Löydetty 675 Tulokset: Ojos

  • Entonces Saúl dijo: "He pecado. Vuelve, hijo mío, David, pues no volveré a hacerte mal, porque mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. He obrado como un insensato y me he engañado lamentablemente". (I Samuel 26, 21)

  • Y así como tu vida ha sido hoy de gran valor a mis ojos, así también será estimada mi vida a los ojos del Señor, y él me librará de toda angustia". (I Samuel 26, 24)

  • Aquís llamó a David y le dijo: "Vive el Señor, que eres un hombre leal y me ha agradado siempre tu comportamiento en el ejército; no tengo nada que reprocharte desde el día en que viniste hasta hoy; pero no eres grato a los ojos de los jefes. (I Samuel 29, 6)

  • Vuélvete y vete en paz, para no hacer nada desagradable a los ojos de los jefes de los filisteos". (I Samuel 29, 7)

  • Aquís le respondió: "Bien sabes que eres grato a mis ojos como un ángel de Dios; pero los jefes de los filisteos han dicho: Que no vaya con nosotros a la guerra. (I Samuel 29, 9)

  • Abner volvió a decirle: "Apártate de mí; ¿por qué me obligas a derribarte a tierra? ¿Cómo podría entonces levantar mis ojos en presencia de Joab, tu hermano?". (II Samuel 2, 22)

  • Habló también a Benjamín; después fue a Hebrón a exponer a David todo lo que Israel y toda la casa de Benjamín habían visto con buenos ojos. (II Samuel 3, 19)

  • y me humillaré todavía más que esto; seré vil a tus ojos, pero ante las criadas de que hablas seré honrado". (II Samuel 6, 22)

  • Esto dice el Señor: Yo haré surgir el mal de tu propia casa; tomaré ante tus propios ojos a tus mujeres y se las daré a tu prójimo, que se acostará con tus mujeres a plena luz del sol. (II Samuel 12, 11)

  • Tú salvas al pueblo humilde y humillas los ojos altaneros. (II Samuel 22, 28)

  • Joab dijo al rey: "Que el Señor, tu Dios, aumente la población otras cien veces más y que mi señor, el rey, lo vea con sus ojos; pero ¿para qué quiere esto mi señor, el rey?". (II Samuel 24, 3)

  • Hacia ti, ¡oh rey, mi señor!, se dirigen los ojos de todo Israel, para que les manifiestes quién se debe sentar en el trono del rey, mi señor, después de él. (I Reyes 1, 20)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina