Löydetty 66 Tulokset: Objetos

  • Pasan ahora por mi mente los crímenes cometidos en Jerusalén, los objetos de plata y oro que quité, los habitantes de Judea que exterminé sin motivo. (I Macabeos 6, 12)

  • Menelao, juzgando que las circunstancias eran propicias para medrar, robó algunos objetos de oro del templo y se los dio a Andrónico; otros los vendió en Tiro y en las ciudades vecinas. (II Macabeos 4, 32)

  • Mientras tanto, en Jerusalén, Lisímaco cometía muchos robos con asentimiento de Menelao. Al saberlo, el pueblo se sublevó contra Lisímaco, pero ya muchos objetos habían sido exportados. (II Macabeos 4, 39)

  • Bajo la túnica de cada uno de los muertos encontraron objetos consagrados a los ídolos de Yamnia, prohibidos por la ley a los judíos. Entonces todos comprendieron que habían muerto por esto. (II Macabeos 12, 40)

  • porque la sabiduría vale más que las perlas, y todos los objetos preciosos no la igualan. (Proverbios 8, 11)

  • Un alfarero, modelando laboriosamente la tierra blanda, fabrica todos los objetos de nuestro uso; pero del mismo barro fabrica los destinados a usos limpios y los destinados a usos contrarios; todos igualmente. En cuanto al uso de cada uno, lo determina el alfarero. (Sabiduría 15, 7)

  • Pues él mejor que nadie sabe que peca cuando fabrica de una materia terrena frágiles objetos e ídolos. (Sabiduría 15, 13)

  • Un mortal sólo puede producir con sus manos pecadoras una obra muerta; vale él más que los objetos que venera, ya que él goza de vida y ellos no. (Sabiduría 15, 17)

  • contra todas las naves de Tarsis, contra todos los objetos preciosos. (Isaías 2, 16)

  • Entregaré también todos los bienes de Jerusalén, toda su fortuna, todos sus objetos de valor, todos los tesoros de los reyes de Judá, en manos de sus enemigos, que los saquearán, se apoderarán de ellos y los llevarán a Babilonia. (Jeremías 20, 5)

  • Yaván, Tubal y Mesec traficaban contigo; pagaban tus mercancías con esclavos y objetos de bronce. (Ezequiel 27, 13)

  • El Señor entregó en sus manos a Joaquín, rey de Judá, y una parte de los objetos del templo de Dios. Él los llevó a la tierra de Senaar y los depositó en el tesoro de sus dioses. (Daniel 1, 2)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina