Löydetty 66 Tulokset: Objetos

  • hemos puesto en su sitio y purificado todos los objetos que había profanado Acaz durante su reinado: ya están delante del altar del Señor". (II Crónicas 29, 19)

  • Ezequías fue muy rico y famoso. Atesoró una gran cantidad de plata, oro, piedras preciosas, aromas, escudos y toda clase de objetos valiosos. (II Crónicas 32, 27)

  • Nabucodonosor se llevó también a Babilonia parte de los objetos del templo del Señor y los puso en su palacio de Babilonia. (II Crónicas 36, 7)

  • Nabucodonosor se llevó para Babilonia los objetos del templo de Dios, grandes y pequeños; los tesoros del templo y los tesoros del rey y a sus jefes. (II Crónicas 36, 18)

  • El templo del Señor fue pasto de las llamas, las murallas de Jerusalén derribadas, los palacios incendiados y los objetos preciesos destruidos. (II Crónicas 36, 19)

  • Y todos sus vecinos les proporcionaron toda clase de recursos: plata, oro, bienes, ganado, objetos preciosos, además de otras ofrendas voluntarias. (Esdras 1, 6)

  • En total, cinco mil cuatrocientos objetos de oro y plata. Todo se lo llevó Sesbasar a Jerusalén al regresar del destierro de Babilonia. (Esdras 1, 11)

  • Hacía poco que habían vuelto del destierro, que el pueblo judío se había reunificado y que los objetos del culto, el altar y el templo habían sido purificados de su profanación. (Judit 4, 3)

  • El pueblo estuvo saqueando el campamento durante treinta días. A Judit le entregaron la tienda de Holofernes, todos sus objetos de plata, su dormitorio, su vajilla y todo su ajuar. Ella lo tomó, preparó las mulas, enganchó los carros y lo cargó todo. (Judit 15, 11)

  • Judit ofreció a Dios todos los objetos de Holofernes, que el pueblo le había entregado, y los cortinajes que ella había quitado de su dormitorio. (Judit 16, 19)

  • Se llevó también la plata, el oro, los objetos preciosos y los tesoros escondidos que encontró. (I Macabeos 1, 23)

  • sus objetos preciosos llevados como botín. Sus hijos muertos en las plazas, y sus jóvenes, pasados por la espada enemiga. (I Macabeos 2, 9)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina