Löydetty 222 Tulokset: Josué

  • Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, murió a la edad de ciento diez años, (Jueces 2, 8)

  • desde ahora tampoco yo echaré delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué al morir, (Jueces 2, 21)

  • Por eso el Señor dejó en paz aquellas naciones, no expulsándolas de momento, ni poniéndolas en manos de Josué. (Jueces 2, 23)

  • Cuando el arca llegó al campo de Josué, el de Bet Semes, se detuvo. Allí había una piedra grande. El carro lo hicieron astillas y ofrecieron las vacas en holocausto al Señor. (I Samuel 6, 14)

  • El número de las ratas de oro era igual al de las ciudades de los cinco jefes filisteos, tanto de las ciudades fortificadas como de las ciudades desguarnecidas. La piedra grande sobre la que pusieron el arca del Señor existe todavía hoy en el campo de Josué, el de Bet Semes, como testigo. (I Samuel 6, 18)

  • En su tiempo Jiel, de Betel, reedificó a Jericó; pero a costa de su primogénito Abirán echó los cimientos, y de Segub, su hijo menor, asentó las puertas, como había dicho el Señor por medio de Josué, hijo de Nun. (I Reyes 16, 34)

  • Mandó venir a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá, profanó las colinas donde los sacerdotes habían quemado incienso desde Guibeá hasta Berseba y destruyó la colina de los sátiros que había a la entrada de la puerta de Josué, gobernador de la ciudad, la cual se encuentra a la derecha del que entra por la puerta de la ciudad. (II Reyes 23, 8)

  • Nun y Josué. (I Crónicas 7, 27)

  • Pertenecían también a los hijos de Manasés: Betrán, Tanac, Megido y Dor con sus respectivas aldeas. En estas ciudades residían los hijos de Josué, hijo de Israel. (I Crónicas 7, 29)

  • Vinieron con Zorobabel, Josué, Nehemías, Serayas, Reelayas, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvay, Rejún, Baaná. Número de los hombres del pueblo de Israel: (Esdras 2, 2)

  • de Pajat Moab, es decir, de Josué y Joab, dos mil ochocientos doce; (Esdras 2, 6)

  • Sacerdotes: de Jedayas, de la casa de Josué, novecientos setenta y tres; (Esdras 2, 36)


“Viva sempre sob o olhar do Bom Pastor e você ficara’ imune aos pastos contaminados.” São Padre Pio de Pietrelcina