Löydetty 222 Tulokset: Josué

  • Josué dijo a los israelitas: "¿Qué esperáis para ir a conquistar la tierra que os ha dado el Señor, Dios de vuestros padres? (Josué 18, 3)

  • Cuando se disponían a ir a hacer la descripción del país, Josué les dio estas órdenes: "Id, recorred el país y haced su descripción; cuando volváis, yo echaré vuestras suertes ante el Señor en Silo". (Josué 18, 8)

  • Ellos marcharon, recorrieron el país e hicieron la descripción de las ciudades en siete lotes, en un plano que llevaron a Josué al campamento en Silo. (Josué 18, 9)

  • Josué echó sus suertes en Silo, ante el Señor, y allí distribuyó el país entre los israelitas, por clanes. (Josué 18, 10)

  • Cuando terminaron de repartirse la tierra y delimitados sus territorios, los israelitas dieron a Josué, hijo de Nun, una heredad en medio de ellos. (Josué 19, 49)

  • Éstas son las heredades que el sacerdote Eleazar, Josué, hijo de Nun, y los jefes de familia de las tribus de Israel repartieron por suerte en Silo, ante el Señor, a la entrada de la tienda de la reunión. Así se llevó a cabo el reparto de la tierra. (Josué 19, 51)

  • El Señor dijo a Josué: (Josué 20, 1)

  • Los jefes de familia de los levitas se presentaron en Silo, en el país de Canaán, al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de familia de las tribus de Israel, (Josué 21, 1)

  • Josué convocó a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés (Josué 22, 1)

  • Josué los bendijo, los despidió, y se fueron a sus tiendas. (Josué 22, 6)

  • Moisés había dado a la media tribu de Manasés un territorio en Basán; a la otra media se lo dio Josué en medio de sus hermanos, en Cisjordania. Y cuando Josué los envió a sus tiendas, los bendijo, (Josué 22, 7)

  • Mucho tiempo después de que el Señor concediera a Israel la paz con todos los enemigos que le rodeaban, Josué, ya de edad avanzada, (Josué 23, 1)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina