Löydetty 124 Tulokset: Incienso

  • Un fuego que salía del Señor devoró a los 250 hombres que ofrecían el incienso. (Números 16, 35)

  • Éstas recuerdan a los israelitas que ningún laico ajeno a la descendencia de Aarón puede acercarse a ofrecer incienso delante del Señor, si no quiere seguir la suerte de Coré y sus secuaces, tal como el Señor había ordenado por medio de Moisés. (Números 17, 5)

  • Moisés dijo a Aarón: "Toma el incensario, pon en él fuego del altar, coloca encima el incienso, acércate sin perder tiempo a la comunidad y haz sobre ella el rito de absolución, pues se ha encendido la cólera del Señor y ha comenzado la mortandad". (Números 17, 11)

  • Aarón tomó el incensario, como había dicho Moisés, y corrió hacia la asamblea. La mortandad ya había empezado a hacer estragos en el pueblo. Puso el incienso, hizo el rito de absolución sobre el pueblo, (Números 17, 12)

  • Enseñaron tus preceptos a Jacob y tu ley a Israel. Hacen subir el incienso hasta tu rostro y ponen los holocaustos sobre tu altar. (Deuteronomio 33, 10)

  • Yo los elegí de entre todas las tribus de Israel para ser mis sacerdotes, para subir a mi altar, para quemar el incienso y llevar el efod en mi presencia; yo concedí a la casa de tu padre todas las ofrendas de los israelitas; (I Samuel 2, 28)

  • Y Salomón, aunque amaba al Señor, siguiendo las normas de su padre, David, sacrificaba él mismo y quemaba incienso en las colinas. (I Reyes 3, 3)

  • Tres veces al año ofrecía Salomón holocaustos y sacrificios de reconciliación sobre el altar que había levantado y quemaba incienso delante del Señor cuando hubo ultimado el templo. (I Reyes 9, 25)

  • Lo mismo hizo para todas sus mujeres extranjeras, que en ellos quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses. (I Reyes 11, 8)

  • El día quince del octavo mes, el mes que él, a capricho suyo, había elegido, subió al altar que había levantado en Betel. Instituyó una fiesta para los israelitas y subió al altar a quemar incienso. (I Reyes 12, 33)

  • Mientras Jeroboán estaba de pie junto al altar, quemando incienso, un hombre de Dios llegó de Judá a Betel por orden del Señor, (I Reyes 13, 1)

  • y gritó contra el altar por orden del Señor: "¡Altar, altar! Esto dice el Señor: Nacerá un hijo a la casa de David, llamado Josías, e inmolará sobre ti a los sacerdotes de las colinas que en ti queman incienso, de modo que arderán sobre ti huesos humanos". (I Reyes 13, 2)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina