Löydetty 240 Tulokset: Faraón

  • Los egipcios conocerán que yo soy el Señor cuando yo sea glorificado a costa del Faraón, de sus carros y de sus caballeros". (Exodo 14, 18)

  • Los egipcios se lanzaron tras ellos; toda la caballería del Faraón, sus carros y caballeros entraron tras ellos en medio del mar. (Exodo 14, 23)

  • Las aguas, al juntarse, cubrieron carros y caballeros y a todo el ejército del Faraón, que había entrado en persecución de los israelitas. No escapó ni uno solo. (Exodo 14, 28)

  • Los carros del Faraón y su ejército precipitó en el mar; la flor de sus guerreros se la tragó el mar Rojo. (Exodo 15, 4)

  • Cuando los caballos del Faraón, con carros y caballeros, penetraron en el mar, el Señor lanzó sobre ellos las aguas del mar, mientras los israelitas pasaron a pie enjuto por medio del mar. (Exodo 15, 19)

  • y el otro Eliezer, porque había dicho: "El Dios de mi padre ha sido mi ayuda y me ha librado de la espada del Faraón". (Exodo 18, 4)

  • Moisés contó a su suegro todo lo que había hecho el Señor al Faraón y a los egipcios por amor a Israel, todos los contratiempos que habían tenido a lo largo del camino y cómo les había librado de ellos. (Exodo 18, 8)

  • y dijo: "¡Bendito sea el Señor, que os ha librado de la mano de los egipcios y del Faraón! Él ha librado a este pueblo de la mano de los egipcios. (Exodo 18, 10)

  • tú responderás a tu hijo: Nosotros éramos esclavos del Faraón en Egipto, y el Señor nos liberó con su mano poderosa. (Deuteronomio 6, 21)

  • El Señor hizo ante nuestros ojos milagros y prodigios grandes y terribles contra Egipto, el Faraón y toda su casa, (Deuteronomio 6, 22)

  • Porque el Señor os amó y porque ha querido cumplir el juramento hecho a vuestros padres, os ha sacado de Egipto con mano poderosa y os ha librado de la casa de la esclavitud, de la mano del Faraón, rey de Egipto. (Deuteronomio 7, 8)

  • no las temas; acuérdate de lo que el Señor, tu Dios, hizo con el Faraón y con todo Egipto; (Deuteronomio 7, 18)


“Seja perseverante nas orações e nas santas leituras.” São Padre Pio de Pietrelcina