Löydetty 84 Tulokset: Clase
Les dirás: Esto dice el Señor Dios: ¡Ay de aquellas que cosen bandas para toda clase de puños y hacen velos para cabezas de todas las tallas, con ánimo de cazar sus vidas! Queréis cazar la vida de las gentes de mi pueblo y salvaguardar vuestra propia vida. (Ezequiel 13, 18)
en el monte sublime de Israel lo plantaré; echará ramas y dará frutos y se hará un magnífico cedro. Bajo él habitarán toda clase de pájaros, toda clase de aves morará a la sombra de sus ramas. (Ezequiel 17, 23)
Los mercaderes de Sabá y Ramá cambiaban tus artículos por los más exquisitos aromas, por oro y toda clase de piedras preciosas. (Ezequiel 27, 22)
Sobre los montes de Israel caerás juntamente con tus huestes y los pueblos que te acompañan, porque te he destinado como pasto a toda clase de aves de rapiña y a las fieras salvajes. (Ezequiel 39, 4)
Os hartaréis a mi mesa de caballos y caballeros, de héroes y toda clase de guerreros, dice el Señor Dios. (Ezequiel 39, 20)
Lo mejor de todas vuestras primicias y de toda clase de productos vuestros, todas las ofrendas que hagáis, pertenecerán a los sacerdotes. Así daréis a los sacerdotes lo mejor de vuestra parte, a fin de que la bendición repose sobre vuestras casas. (Ezequiel 44, 30)
Junto al río crecerán, a una y otra margen, toda clase de árboles frutales, cuyo follaje no se marchitará y cuyo fruto no se agotará nunca. Todos los meses darán frutos nuevos, porque sus aguas manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de medicina. (Ezequiel 47, 12)
Dios concedió a aquellos cuatro jóvenes ciencia e inteligencia en materia de escritura y en sabiduría. Daniel, en particular, sabía interpretar toda clase de visiones y sueños. (Daniel 1, 17)
En el momento en que oigáis sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase de instrumentos musicales, os prosternaréis y adoraréis la estatua que ha levantado el rey Nabucodonosor. (Daniel 3, 5)
Con tal motivo, en cuanto se oyó sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase de instrumentos de música, todos los pueblos, naciones y gentes de todas las lenguas se prosternaron y adoraron la estatua de oro levantada por el rey Nabucodonosor. (Daniel 3, 7)
Tú, oh rey, has decretado que todo hombre, apenas oiga sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase de instrumentos de música, se postre y adore la estatua de oro, (Daniel 3, 10)
¿Estáis dispuestos cuando oigáis sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase de instrumentos musicales a postraros y adorar la estatua que he hecho? Si no la adoráis, seréis inmediatamente arrojados en un ardiente horno de fuego; y ¿qué Dios os podrá librar de mis manos?". (Daniel 3, 15)