Löydetty 138 Tulokset: segundo

  • pero también aquel segundo día Benjamín salió de Guibeá a su encuentro y volvió a dejar tendidos en tierra a 18.000 israelitas; todos ellos armados de espada. (Jueces 20, 25)

  • el primer picacho está al norte, frente a Mikmás, el segundo al sur, frente a Gueba. (I Samuel 14, 5)

  • Los tres hijos mayores de Jesé se fueron a la guerra con Saúl; el nombre de los tres hijos suyos que marcharon a la guerra era Eliab, el primogénito, Abinadab, el segundo, y Sammá, el tercero. (I Samuel 17, 13)

  • Al día siguiente del novilunio, el segundo día, se fijaron en el asiento de David, y Saúl dijo a su hijo Jonatán: ¿Por qué no ha venido a comer ni ayer ni hoy el hijo de Jesé?» (I Samuel 20, 27)

  • Se levantó Jonatán de la mesa ardiendo en ira y no comió el segundo día del novilunio, pues estaba afligido por David, porque su padre le había injuriado. (I Samuel 20, 34)

  • y le dijo: «No temas, porque la mano de Saúl, mi padre, no te alcanzará; tú reinarás sobre Israel y yo seré tu segundo. Hasta mi padre Saúl lo tiene sabido.» (I Samuel 23, 17)

  • su segundo, Kilab, de Abigaíl, mujer de Nabal de Carmelo; el tercero, Absalón, hijo de Maaká, la hija de Talmay, rey de Guesur; (II Samuel 3, 3)

  • Ella le dijo: «No, hermano mío, por favor, porque si me echas, este segundo mal es peor que el que me hiciste primero.» Pero él no quiso escucharla. (II Samuel 13, 16)

  • En el año 480 de la salida de los israelitas de la tierra de Egipto, el año cuarto del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Ziv, que es el segundo mes, emprendió la construcción de la Casa de Yahveh. (I Reyes 6, 1)

  • El segundo querubín tenía diez codos, las mismas medidas y la misma forma para los dos querubines. (I Reyes 6, 25)

  • La altura de un querubín era de diez codos y lo mismo el segundo querubín. (I Reyes 6, 26)

  • Colocó los querubines en medio del recinto interior; y las alas de los querubines estaban desplegadas; el ala de uno tocaba un muro y el ala del segundo querubín tocaba el otro muro, y sus alas se tocaban en medio del recinto, ala con ala. (I Reyes 6, 27)


“Todas as pessoas que escolhem a melhor parte (viver em Cristo) devem passar pelas dores de Cristo; algumas mais, algumas menos…” São Padre Pio de Pietrelcina