Löydetty 324 Tulokset: prueba de las aguas amargas

  • Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto, mientras que las aguas formaban muralla a derecha e izquierda. (Exodo 14, 22)

  • Yahveh dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, y las aguas volverán sobre los egipcios, sobre sus carros y sobre los guerreros de los carros.» (Exodo 14, 26)

  • Extendió Moisés su mano sobre el mar, y al rayar el alba volvió el mar a su lecho; de modo que los egipcios, al querer huir, se vieron frente a las aguas. Así precipitó Yahveh a los egipcios en medio del mar, (Exodo 14, 27)

  • pues al retroceder las aguas cubrieron los carros y a su gente, a todo el ejército de Faraón, que había entrado en el mar para perseguirlos; no escapó ni uno siquiera. (Exodo 14, 28)

  • Mas los israelitas pasaron a pie enjuto por en medio del mar, mientras las aguas hacían muralla a derecha e izquierda. (Exodo 14, 29)

  • Al soplo de tu ira se apiñaron las aguas, se irguieron las olas como un dique, los abismos cuajaron en el corazón del mar. (Exodo 15, 8)

  • Mandaste tu soplo, cubriólos el mar; se hundieron como plomo en las temibles aguas. (Exodo 15, 10)

  • Porque cuando los caballos de Faraón y los carros con sus guerreros entraron en el mar, Yahveh hizo que las aguas del mar volvieran sobre ellos, mientras que los israelitas pasaron a pie enjuto por medio del mar. (Exodo 15, 19)

  • Entonces Moisés invocó a Yahveh, y Yahveh le mostró un madero que Moisés echó al agua, y el agua se volvió dulce. Allí dio a Israel decretos y normas, y allí le puso a prueba. (Exodo 15, 25)

  • Después llegaron a Elim, donde hay doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas. (Exodo 15, 27)

  • Yahveh dijo a Moisés: «Mira, yo haré llover sobre vosotros pan del cielo; el pueblo saldrá a recoger cada día la porción diaria; así le pondré a prueba para ver si anda o no según mi ley. (Exodo 16, 4)

  • No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. (Exodo 20, 4)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina