Löydetty 566 Tulokset: otro

  • Se alzó un viento, enviado por Yahveh, que hizo pasar codornices del lado del mar, y las extendió sobre el campamento, en una extensión de una jornada de camino a uno y otro lado alrededor del campamento, y a una altura de dos codos por encima del suelo. (Números 11, 31)

  • Pero a mi siervo Caleb, ya que fue animado de otro espíritu y me obedeció puntualmente, le haré entrar en la tierra donde estuvo, y su descendencia la poseerá. (Números 14, 24)

  • Luego partieron los israelitas y acamparon en las Estepas de Moab, al otro lado del Jordán, a la altura de Jericó. (Números 22, 1)

  • Pero el Angel de Yahveh se puso en un sendero entre las viñas, con una pared a un lado y otra a otro. (Números 22, 24)

  • Le respondió Balaq: «Ven, pues, a otro sitio conmigo porque lo que ves desde aquí no es más que un extremo, no lo ves entero. Maldícemelo desde allí.» (Números 23, 13)

  • Dijo Balaq a Balaam: «Ven, por favor, que te lleve a otro sitio, a ver si le place a Dios que me lo maldigas desde allí.» (Números 23, 27)

  • Uno de los corderos lo ofrecerás en holocausto por la mañana, y el otro cordero entre dos luces; (Números 28, 4)

  • Las libaciones correspondientes serán: medio sextario de vino por novillo, un tercio de sextario por carnero y un cuarto de sextario por cordero. Este será el holocausto mensual, todos los meses del año uno tras otro. (Números 28, 14)

  • Que nosotros no tendremos herencia con ellos al otro lado del Jordán, pues nuestra herencia nos ha tocado del lado oriental del Jordán.» (Números 32, 19)

  • tres ciudades les cederéis al otro lado del Jordán y tres ciudades en el país de Canaán; serán ciudades de asilo. (Números 35, 14)

  • Estas son las palabras que dijo Moisés a todo Israel al otro lado del Jordán en el desierto, en la Arabá, frente a Suf, entre Parán y Tófel, Labán, Jaserot y Di Zahab. - (Deuteronomio 1, 1)

  • al otro lado del Jordán, en el país de Moab, decidió Moisés promulgar esta Ley. Dijo: (Deuteronomio 1, 5)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina