Löydetty 37 Tulokset: dejaré

  • Te dejaré abandonado por tierra, te tiraré sobre la haz del campo, haré que se posen sobre ti todos los pájaros del cielo, hartaré de ti a todas las bestias de la tierra. (Ezequiel 32, 4)

  • Dejaré pasmados por ti a muchos pueblos, y sus reyes se estremecerán de horror por tu causa, cuando yo blanda mi espada ante ellos. Temblarán sin tregua, cada uno por su vida, el día de tu caída. (Ezequiel 32, 10)

  • y dejaré en ruinas tus ciudades; serás una desolación, y sabrás que yo soy Yahveh. (Ezequiel 35, 4)

  • por eso, por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que yo te dejaré en sangre y la sangre te perseguirá. Sí, eres rea de sangre, ¡y la sangre te perseguirá! (Ezequiel 35, 6)

  • Así dice el Señor Yahveh: Me dejaré todavía buscar por la casa de Israel, para hacer por ellos esto: multiplicarlos como un rebaño humano, (Ezequiel 36, 37)

  • Manifestaré mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, no dejaré que vuelva a ser profanado mi santo nombre, y las naciones sabrán que yo soy Yahveh, santo en Israel. (Ezequiel 39, 7)

  • «Yo vengaré su sangre, no la dejaré impune», y Yahveh morará en Sión. (Joel 4, 21)

  • Todos sus ídolos serán machacados, todos sus dones quemados al fuego, todas sus imágenes las dejaré en desolación, porque han sido amontonadas con don de prostituta y a don de prostituta tornarán.» (Miqueas 1, 7)

  • ¡Ay de los habitantes de la liga del mar, la nación de los kereteos! Palabra de Yahveh contra vosotros: «Canaán, tierra de los filisteos, te destruiré, te dejaré sin habitantes; (Sofonías 2, 5)

  • Yo dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, y en el nombre de Yahveh se cobijará (Sofonías 3, 12)

  • No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros. (Juan 14, 18)

  • «Todo me es lícito»; mas no todo me conviene. «Todo me es lícito»; mas ¡no me dejaré dominar por nada! (I Corintios 6, 12)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina