Löydetty 104 Tulokset: castigo por azotes

  • A los escribas de los israelitas, que los capataces de Faraón habían puesto al frente de aquéllos, se les castigó, diciéndoles: «¿Por qué no habéis hecho, ni ayer ni hoy, la misma cantidad de ladrillos que antes?» (Exodo 5, 14)

  • No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, (Exodo 20, 5)

  • No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso. (Exodo 20, 7)

  • Y Yahveh castigó al pueblo a causa del becerro fabricado por Aarón. (Exodo 32, 35)

  • También yo me enfrentaré con ellos y los llevaré al país de sus enemigos. Entonces se humillará su corazón incircunciso y aceptarán el castigo de su iniquidad. (Levítico 26, 41)

  • Pero la tierra será antes abandonada por ellos y pagará sus sábados, mientras quede desolada con su ausencia; pero ellos también pagarán el castigo de su iniquidad, por cuanto desecharon mis normas y su alma aborreció mis preceptos. (Levítico 26, 43)

  • Yo cedo los levitas, como «donados», a Aarón y a sus hijos, de entre los israelitas, para que presten el servicio, en nombre de los israelitas, en la Tienda del Encuentro, y para expiar por los israelitas de manera que ningún israelita incurra en castigo por acercarse al Santuario.» (Números 8, 19)

  • Yahveh es tardo a la cólera y rico en bondad, tolera iniquidad y rebeldía; aunque nada deja sin castigo, castigando la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación." (Números 14, 18)

  • No te postrarás ante ellas ni les darás culto. Porque yo, Yahveh tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, (Deuteronomio 5, 9)

  • «No tomarás en falso el nombre de Yahveh tu Dios, porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso. (Deuteronomio 5, 11)

  • Si el culpable merece azotes, el juez le hará echarse en tierra en su presencia y hará que le azoten con un número de golpes proporcionado a su culpa. (Deuteronomio 25, 2)

  • Podrá infligirle cuarenta azotes, pero no más, no sea que al golpearle más sea excesivo el castigo, y tu hermano quede envilecido a tus ojos. (Deuteronomio 25, 3)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina