Löydetty 141 Tulokset: Seán

  • «Envía algunos hombres, uno por cada tribu paterna, para que exploren la tierra de Canaán que voy a dar a los israelitas. Que sean todos principales entre ellos.» (Números 13, 2)

  • Haz que se acerquen también contigo tus hermanos de la rama de Leví, de la tribu de tu padre. Que sean tus ayudantes y te sirvan a ti y a tus hijos, delante de la Tienda del Testimonio. (Números 18, 2)

  • Reservarás para Yahveh, de la parte de los combatientes que fueron a la guerra, uno por cada quinientos, sean hombres, bueyes, asnos u ovejas. (Números 31, 28)

  • Y de la mitad de los israelitas, uno por cada cincuenta, sean hombres, bueyes, asnos u ovejas, cualquier clase de bestias, y se lo darás a los levitas, que están encargados del ministerio de la Morada de Yahveh. (Números 31, 30)

  • Y ¿cuál es la gran nación cuyos preceptos y normas sean tan justos como toda esta Ley que yo os expongo hoy? (Deuteronomio 4, 8)

  • Poned estas palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, atadlas a vuestra mano como una señal, y sean como una insignia entre vuestros ojos. (Deuteronomio 11, 18)

  • para que vuestros días y los días de vuestros hijos en la tierra que Yahveh juró dar a vuestros padres sean tan numerosos como los días del cielo sobre la tierra. (Deuteronomio 11, 21)

  • los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? ¡Levántense y os salven, sean ellos vuestro amparo! (Deuteronomio 32, 38)

  • ¡Viva Rubén y nunca muera, aunque sean pocos sus nombres! (Deuteronomio 33, 6)

  • Les dijeron también los principales: «Que vivan, pero que sean leñadores y aguadores de toda la comunidad.» Así les dijeron los principales. (Josué 9, 21)

  • Manasés tenía, en Isacar y en Aser, Bet Seán y sus filiales, Yibleam y sus filiales, los habitantes de Dor y sus filiales, los habitantes de Tanak y Meguiddó y sus filiales, y un tercio de Néfet. (Josué 17, 11)

  • Los hijos de José respondieron: «La montaña no nos basta, y todos los cananeos que habitan en el llano tienen carros de hierro, lo mismo los de Bet Seán y sus filiales que los de la llanura de Yizreel.» (Josué 17, 16)


“Leve Deus aos doente; valera’ mais do que qualquer tratamento!” São Padre Pio de Pietrelcina