Löydetty 1028 Tulokset: Palacio de David
Entonces los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el palacio del Sumo Sacerdote, llamado Caifás; (Mateo 26, 3)
Pedro le iba siguiendo de lejos hasta el palacio del Sumo Sacerdote; y, entrando dentro, se sentó con los criados para ver el final. (Mateo 26, 58)
El les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre, (Marcos 2, 25)
Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!» (Marcos 10, 47)
Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» (Marcos 10, 48)
¡Bendito el reino que viene, de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!» (Marcos 11, 10)
Jesús, tomando la palabra, decía mientras enseñaba en el Templo: «¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? (Marcos 12, 35)
David mismo dijo, movido por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. (Marcos 12, 36)
El mismo David le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?» La muchedumbre le oía con agrado. (Marcos 12, 37)
También Pedro le siguió de lejos, hasta dentro del palacio del Sumo Sacerdote, y estaba sentado con los criados, calentándose al fuego. (Marcos 14, 54)
Los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al pretorio y llaman a toda la cohorte. (Marcos 15, 16)
a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. (Lucas 1, 27)