Löydetty 138 Tulokset: «Mirad
Decid a los de corazón intranquilo: ¡Animo, no temáis! Mirad que vuestro Dios viene vengador; es la recompensa de Dios, él vendrá y os salvará. (Isaías 35, 4)
¡Sordos, oíd! ¡Ciegos, mirad y ved! (Isaías 42, 18)
Así dice Yahveh: ¿Dónde está esa carta de divorcio de vuestra madre a quien repudié? o ¿a cuál de mis acreedores os vendí? Mirad que por vuestras culpas fuisteis vendidos, y por vuestras rebeldías fue repudiada vuestra madre. (Isaías 50, 1)
Mirad, no es demasiado corta la mano de Yahveh para salvar, ni es duro su oído para oír, (Isaías 59, 1)
Mirad que Yahveh hace oír hasta los confines de la tierra: «Decid a la hija de Sión: Mira que viene tu salvación; mira, su salario le acompaña, y su paga le precede. (Isaías 62, 11)
Mirad que está escrito delante de mí: no callaré hasta no haber puesto su paga en su seno, (Isaías 65, 6)
Por tanto, así dice el Señor Yahveh: Mirad que mis siervos comerán, mas vosotros tendréis hambre; mirad que mis siervos beberán, mas vosotros tendréis sed; mirad que mis siervos se alegrarán, mas vosotros padeceréis vergüenza; (Isaías 65, 13)
mirad que mis siervos cantarán con corazón dichoso, mas vosotros gritaréis con corazón triste, y con espíritu quebrantado gemiréis. (Isaías 65, 14)
Porque así dice Yahveh: Mirad que yo tiendo hacia ella, como río la paz, y como raudal desbordante la gloria de las naciones, seréis alimentados, en brazos seréis llevados y sobre las rodillas seréis acariciados. (Isaías 66, 12)
Recorred las calles de Jerusalén, mirad bien y enteraos; buscad por sus plazas, a ver si topáis con alguno que practique la justicia, que busque la verdad, y yo la perdonaría. (Jeremías 5, 1)
Así dice Yahveh: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos, cuál es el camino bueno, y andad por él, y encontraréis sosiego para vuestras almas. Pero dijeron: «No vamos.» (Jeremías 6, 16)
Por tanto, así dice Yahveh: Mirad que pongo a este pueblo tropiezos y tropezarán en ellos padres e hijos a una, el vecino y su prójimo perecerán. (Jeremías 6, 21)