Löydetty 82 Tulokset: tesoro escondido

  • La mujer concibió y dio a luz un hijo; y viendo que era muy hermoso, lo mantuvo escondido durante tres meses. (Exodo 2, 2)

  • Él te abrirá el cielo -su rico tesoro- para proveer de lluvia a tu tierra en el momento oportuno, y para bendecir todos tus trabajos. Serás acreedor de muchas naciones y deudor de ninguna. (Deuteronomio 28, 12)

  • Todo el oro, la plata y los objetos de bronce y de hierro serán consagrados al Señor y pasarán a formar parte de su tesoro". (Josué 6, 19)

  • Después incendiaron la ciudad y todo lo que había en ella, salvando únicamente la plata, el oro y los objetos de bronce y de hierro, que fueron depositados en el tesoro de la Casa del Señor. (Josué 6, 24)

  • Josué envío a dos emisarios, que fueron corriendo a la carpa, y encontraron el manto que estaba escondido en ella, y la plata debajo de él. (Josué 7, 22)

  • Entonces volvieron a consultar al Señor: "¿Ha venido aquí ese hombre?". El Señor respondió: "Está allí, escondido entre los equipajes". (I Samuel 10, 22)

  • En seguida se hicieron ver de la guarnición filistea, y los filisteos, al descubrirlos, exclamaron: "Miren, son unos hebreos que salen de las cuevas donde se habían escondido". (I Samuel 14, 11)

  • y lo mismo sucederá pasado mañana. Por eso, desciende bien abajo, al lugar donde estuviste escondido la otra vez, y quédate junto a aquel montón de piedras. (I Samuel 20, 19)

  • Unos hombres de Zif subieron a Guibeá, donde estaba Saúl, y le dijeron: "David está escondido entre nosotros, en los refugios de Jorsa, sobre la colina de Jaquilá, al sur de la estepa. (I Samuel 23, 19)

  • Unos hombres de Zif se presentaron a Saúl, en Guibeá, para decirle: "David está escondido en la colina de Jaquilá, frente a la estepa". (I Samuel 26, 1)

  • Seguro que ahora está escondido en una quebrada o en cualquier otra parte. Y si al comienzo caen algunos de los nuestros, el que se entere dirá: ‘Ha habido un desastre entre los secuaces de Absalón’. (II Samuel 17, 9)

  • Entonces cocinamos a mi hijo y lo comimos. Al día siguiente, yo le dije: Trae a tu hijo para que lo comamos. Pero ella lo había escondido". (II Reyes 6, 29)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina