Löydetty 571 Tulokset: templo de salomón

  • Pero el rey Salomón replicó a su madre, diciendo: "¿Por qué pides para Adonías a la sunamita Abisag? ¡Pide más bien para él la realeza, ya que es mi hermano mayor! ¡Sí, para él, para el sacerdote Ebiatar y para Joab, hijo de Sarvia!". (I Reyes 2, 22)

  • Y el rey Salomón juró por el Señor, diciendo: "¡Que Dios me castigue si Adonías no ha pronunciado esta palabra a costa de su propia vida! (I Reyes 2, 23)

  • En seguida el rey Salomón envió a Benaías, hijo de Iehoiadá, y este hirió de muerte a Adonías. (I Reyes 2, 25)

  • Y Salomón destituyó a Ebiatar de su función de sacerdote del Señor, cumpliendo así la palabra que el Señor había pronunciado contra la casa de Elí, en Silo. (I Reyes 2, 27)

  • Cuando informaron al rey Salomón: "Joab se ha refugiado en la Carpa del Señor y está al lado del altar", Salomón mandó decir a Joab: "¿Qué motivo tienes para refugiarte junto al altar?". Joab respondió: "Tuve miedo de ti y fui a refugiarme junto al Señor". Entonces Salomón envió a Benaías, hijo de Iehoiadá, con esta orden: "Ve y mátalo". (I Reyes 2, 29)

  • Cuando le avisaron a Salomón que Semei había ido de Jerusalén a Gat y que estaba de vuelta, (I Reyes 2, 41)

  • mientras que el rey Salomón será bendecido, y el trono de David será estable para siempre delante del Señor". (I Reyes 2, 45)

  • Luego el rey dio una orden a Benaías, hijo de Iehoiadá, y este salió e hirió de muerte a Semei. Así la realeza quedó afirmada en manos de Salomón. (I Reyes 2, 46)

  • Salomón se emparentó con el Faraón, rey de Egipto: tomó por esposa a la hija del Faraón y la llevó a la Ciudad de David, hasta que terminó de construir su propia casa, la Casa del Señor y el muro en torno de Jerusalén. (I Reyes 3, 1)

  • Salomón amaba al Señor y caminaba según las prescripciones de su padre David. Sin embargo, ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los lugares altos. (I Reyes 3, 3)

  • El rey fue a Gabaón para ofrecer sacrificios allí, porque ese era el principal lugar alto. Sobre ese altar, Salomón ofreció mil holocaustos. (I Reyes 3, 4)

  • En Gabaón, el Señor se apareció a Salomón en un sueño, durante la noche. Dios le dijo: "Pídeme lo que quieras". (I Reyes 3, 5)


“Reflita no que escreve, pois o Senhor vai lhe pedir contas disso.” São Padre Pio de Pietrelcina