Löydetty 98 Tulokset: objetos
Salomón mandó hacer asimismo todos los objetos que estaban en la Casa del Señor: el altar de oro y las mesas sobre las que se ponía el pan de la ofrenda; (II Crónicas 4, 19)
y la subieron con la Carpa del Encuentro y con todos los objetos sagrados que había en la Carpa. Los que trasladaron todo eso fueron los sacerdotes levíticos. (II Crónicas 5, 5)
Y cada uno aportaba sus presentes: objetos de plata y oro, trajes, armas, perfumes, caballos y mulas. Así, año tras año. (II Crónicas 9, 24)
Josafat y su pueblo fueron a saquear los despojos y encontraron mucho ganado, provisiones, ropa y objetos preciosos: fue tanto lo que recogieron que no se lo podían llevar. Emplearon tres días en saquear el botín, porque era muy abundante. (II Crónicas 20, 25)
Su padre les había hecho muchos regalos de oro, plata y objetos preciosos, además de algunas ciudades fortificadas de Judá. Pero él había entregado el reino a Jorám porque era el hijo mayor; (II Crónicas 21, 3)
Y una vez terminada la obra, trajeron el resto del dinero al rey y a Iehoiadá, a fin de que se fabricaran utensilios para la Casa del Señor: recipientes para el uso litúrgico y para los holocaustos, vasos y objetos de oro y plata. Mientras vivió Iehoiadá se ofrecieron continuamente holocaustos en la Casa del Señor. (II Crónicas 24, 14)
Se apoderó de todo el oro y la plata y de todos los objetos que se hallaban en la Casa de Dios, al cuidado de Obededóm; se llevó los tesoros de la casa del rey y algunos rehenes, y se volvió a Samaría. (II Crónicas 25, 24)
Después, los sacerdotes penetraron en el interior de la Casa del Señor para purificarla, y sacaron al atrio todos los objetos impuros que encontraron en el Templo del Señor: allí los recogían los levitas y los arrojaban al torrente del Cedrón. (II Crónicas 29, 16)
Hemos restaurado y purificado todos los objetos que el rey Ajaz había profanado con sus rebeldías durante su reinado: ahora están delante del altar del Señor". (II Crónicas 29, 19)
Ezequías tuvo riquezas y gloria en abundancia. Adquirió tesoros de plata, oro, piedras preciosas, aromas, escudos y toda clase de objetos valiosos, (II Crónicas 32, 27)
Nabucodonosor llevó también a Babilonia parte de los objetos de Casa del Señor y los puso en su palacio de Babilonia. (II Crónicas 36, 7)
Al comienzo del año, el rey Nabucodonosor mandó que lo llevaran prisionero a Babilonia, junto con los objetos preciosos de la Casa del Señor, y proclamó rey de Judá y de Jerusalén a su pariente Sedecías. (II Crónicas 36, 10)