Löydetty 98 Tulokset: objetos
El sacerdote Eleazar, hijo de Aarón, será el encargado del aceite para la iluminación, del incienso aromático, de la ofrenda perpetua y del óleo de la unción; y ejercerá la supervisión de toda la Morada, con todos los objetos sagrados y todos los utensilios que hay en ella. (Números 4, 16)
Por eso, para que puedan vivir y no mueran cuando se acerquen a los objetos más santos, procedan con los quehatitas de la siguiente manera: vendrán Aarón y sus hijos, y asignarán a cada uno de ellos su oficio y su carga; (Números 4, 19)
pero los quehatitas no entrarán a ver los objetos sagrados ni siquiera un momento, no sea que mueran. (Números 4, 20)
Ellos tendrán a su cargo, en la Carpa del Encuentro, todos los oficios relacionados con el traslado de los siguientes objetos: los bastidores de la Morada, con sus travesaños, columnas y bases; (Números 4, 31)
las columnas que rodean el atrio, con sus bases, estacas y cuerdas, con todos sus accesorios y todo su equipamiento. Además, deberán tener un inventario de los objetos que tienen la obligación de transportar. (Números 4, 32)
A los quehatitas, en cambio, no les dio nada, porque ellos se ocupaban de los objetos más santos y tenían que llevar su carga al hombro. (Números 7, 9)
Cada fuente pesaba ciento treinta siclos, y cada tazón, setenta. Toda la plata de estos objetos sumaba en total dos mil cuatrocientos siclos, en siclos del Santuario. (Números 7, 85)
Los quehatitas, que llevaban los objetos sagrados, avanzaron después, a fin de que la Morada ya estuviera erigida antes de su llegada. (Números 10, 21)
También deberán purificar todas las prendas de vestir y todos los objetos de piel, de cuero de cabra o de madera". (Números 31, 20)
Por eso hemos traído, como ofrenda al Señor, los objetos de oro que ha recogido cada uno: pulseras, brazaletes, anillos, aros y pendientes. Así se hará en favor nuestro el rito de expiación delante del Señor". (Números 31, 50)
Todo el oro, la plata y los objetos de bronce y de hierro serán consagrados al Señor y pasarán a formar parte de su tesoro". (Josué 6, 19)
Después incendiaron la ciudad y todo lo que había en ella, salvando únicamente la plata, el oro y los objetos de bronce y de hierro, que fueron depositados en el tesoro de la Casa del Señor. (Josué 6, 24)