Löydetty 357 Tulokset: nuestros
hemos decidido de común acuerdo elegir a unos delegados y enviárselos junto con nuestros queridos Bernabé y Pablo, (Hechos 15, 25)
Algunos días después, terminados nuestros preparativos, subimos a Jerusalén. (Hechos 21, 15)
«Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero me he criado en esta ciudad y he sido iniciado a los pies de Gamaliel en la estricta observancia de la Ley de nuestros padres. Estaba lleno de celo por Dios, como ustedes lo están ahora. (Hechos 22, 3)
Él siguió diciendo: "El Dios de nuestros padres te ha destinado para conocer su voluntad, para ver al Justo y escuchar su Palabra, (Hechos 22, 14)
y ordenó a sus acusadores que comparecieran delante de ti. Si lo interrogas, tú mismo reconocerás que nuestros cargos contra él son bien fundados». (Hechos 24, 8)
Y si ahora soy sometido a juicio, es por mi esperanza en la promesa hecha por Dios a nuestros padres, (Hechos 26, 6)
Tres días después convocó a los judíos principales, y cuando se reunieron les dijo: «Hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo ni contra las costumbres de nuestros padres, fui arrestado en Jerusalén y puesto en manos de los romanos. (Hechos 28, 17)
el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación. (Romanos 4, 25)
Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado. (Romanos 5, 5)
Porque mientras vivíamos según la naturaleza carnal, las malas pasiones, estimuladas por la Ley, obraban en nuestros miembros para hacernos producir frutos de muerte. (Romanos 7, 5)
Porque les aseguro que Cristo se hizo servidor de los judíos para confirmar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas que él había hecho a nuestros padres, (Romanos 15, 8)
Porque no deben ignorar, hermanos, que todos nuestros padres fueron guiados por la nube y todos atravesaron el mar; (I Corintios 10, 1)