Löydetty 157 Tulokset: lamentaciones de Jeremías

  • Entonces mandó golpear a Jeremías, el profeta, y lo hizo poner en el cepo que está en la puerta Alta de Benjamín, en la Casa del Señor. (Jeremías 20, 2)

  • Pero a la mañana siguiente, cuando Pasjur sacó a Jeremías del cepo, este le dijo: "El nombre que te dio el Señor no es Pasjur, sino ‘Terror por todas partes’. (Jeremías 20, 3)

  • Palabra que llegó a Jeremías de parte del Señor, cuando el rey Sedecías le envió a Pasjur, hijo de Malquías, y al sacerdote Sefanías, hijo de Maasías, para decirle: (Jeremías 21, 1)

  • Jeremías les dijo: "Díganle a Sedecías: (Jeremías 21, 3)

  • El Señor me dijo: "¿Qué ves, Jeremías?". "Higos, respondí; los higos buenos son muy buenos; los higos malos son muy malos, tan malos que no se los puede comer". (Jeremías 24, 3)

  • Palabra que llegó a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá, el cuarto año de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá, es decir, el primer año de Nabucodonosor, rey de Babilonia. (Jeremías 25, 1)

  • Esto es lo que dijo el profeta Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá y de todos los habitantes de Jerusalén: (Jeremías 25, 2)

  • Yo haré venir sobre ese país todas las palabras que pronuncié contra él, todo lo que está escrito en este libro. Esto es lo que profetizó Jeremías contra todas las naciones. (Jeremías 25, 13)

  • Al comienzo del reinado de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá, llegó esta palabra a Jeremías, de parte del Señor: (Jeremías 26, 1)

  • Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías mientras él pronunciaba estas palabras en la Casa del Señor. (Jeremías 26, 7)

  • Y apenas Jeremías terminó de decir todo lo que el Señor le había ordenado decir al pueblo, los sacerdotes y los profetas se le echaron encima, diciendo: "¡Vas a morir! (Jeremías 26, 8)

  • Porque has profetizado en nombre del Señor, diciendo: Esta Casa será como Silo, y esta ciudad será arrasada y quedará deshabitada". Entonces todo el pueblo se amontonó alrededor de Jeremías en la Casa del Señor. (Jeremías 26, 9)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina