Löydetty 1882 Tulokset: había
Jacob, por su parte, se enteró de que Siquém había violado a su hija Dina, pero como sus hijos estaban en el campo, cuidando el ganado, no dijo nada hasta su regreso. (Génesis 34, 5)
En ese momento, volvieron del campo los hijos de Jacob, y cuanto tuvieron noticia de lo ocurrido, se disgustaron profundamente y se enfurecieron, porque al abusar de la hija de Jacob, Siquém había cometido una infamia contra Israel, y eso no se debe hacer. (Génesis 34, 7)
Sin embargo, como su hermana había sido ultrajada, los hijos de Jacob resolvieron engañar a Siquém y a su padre Jamor, (Génesis 34, 13)
Se apoderaron de sus ovejas, de sus vacas, de sus asnos, y de todo lo que había dentro y fuera de la ciudad, (Génesis 34, 28)
y de todos sus bienes. Se llevaron cautivos a todos los niños y a las mujeres, y saquearon todo lo que había en las casas. (Génesis 34, 29)
Allí erigió un altar, y puso a ese lugar el nombre de Betel, porque allí se le había revelado Dios, cuando él huía de su hermano. (Génesis 35, 7)
Jacob erigió una piedra conmemorativa en el lugar donde Dios le había hablado. En seguida ofreció una libación sobre ella y ungió la piedra con aceite. (Génesis 35, 14)
Jacob llamó Betel a aquel lugar, porque allí Dios había hablado con él. (Génesis 35, 15)
Jacob llegó a la casa de su padre Isaac, en Mamré, en Quiriat Arbá -la actual Hebrón- donde también había residido Abraham. (Génesis 35, 27)
Después Esaú tomó a sus mujeres, a sus hijos e hijas, y a toda su servidumbre, su ganado, todos sus animales, y todos sus bienes que había adquirido en Canaán, y emigró a Seír, lejos de su hermano Jacob. (Génesis 36, 6)
Mientras tanto, Jacob estaba instalado en el territorio donde su padre había residido como extranjero, en la tierra de Canaán. (Génesis 37, 1)
Cuando Rubén volvió a la cisterna y se dio cuenta de que José había desaparecido, desgarró su ropa, (Génesis 37, 29)