Löydetty 236 Tulokset: filisteos derrotados

  • El Señor está conmigo y me ayuda: yo veré derrotados a mis adversarios. (Salmos 118, 7)

  • Después los persiguieron por la pendiente de Betjorón hasta la llanura: allí murieron unos ochocientos hombres, y los demás huyeron al país de los filisteos. (I Macabeos 3, 24)

  • Al enterarse de su llegada, los mercaderes de la región se presentaron en el campamento con mucha plata y oro, y provistos también de cadenas para llevar como esclavos a los israelitas. A ellos se sumó un contingente de Siria y del país de los filisteos. (I Macabeos 3, 41)

  • y entraron en combate. Los paganos fueron derrotados y huyeron hacia la llanura, (I Macabeos 4, 14)

  • huyeron todos al país de los filisteos. (I Macabeos 4, 22)

  • y al ver aquel poderoso ejército, hizo esta oración: "Bendito seas, Salvador de Israel, que aplastaste la soberbia del gigante por la mano de tu servidor David y entregaste el ejército de los filisteos en manos de Jonatán, hijo de Saúl, y de su escudero. (I Macabeos 4, 30)

  • Él fue el primero en cruzar el río en dirección al enemigo, y toda su gente lo siguió. Todos los paganos quedaron derrotados ante ellos, arrojaron sus armas y corrieron a refugiarse en el templo de Carnain. (I Macabeos 5, 43)

  • José y Azarías fueron derrotados y perseguidos hasta la frontera de Judea. Aquel día cayeron alrededor de dos mil israelitas. (I Macabeos 5, 60)

  • Luego partió en dirección al país de los filisteos y atravesó Marisá. (I Macabeos 5, 66)

  • Averigua, y sabrás quién soy yo y quiénes son los que nos ayudan: ellos dicen que ustedes no pueden resistirnos, ya que dos veces fueron derrotados tus padres en su propio país. (I Macabeos 10, 72)

  • Los enemigos desaparecieron del país y en aquellos días fueron derrotados los reyes. (I Macabeos 14, 13)

  • Se entabló una lucha encarnizada, y las tropas de Judas obtuvieron la victoria, gracias al auxilio de Dios. Los nómadas, derrotados, pidieron la paz a Judas, comprometiéndose a darles ganado y a ayudarlos en lo sucesivo. (II Macabeos 12, 11)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina