Löydetty 294 Tulokset: ejércitos celestiales

  • La gloria última de esta Casa será más grande que la primera, dice el Señor de los ejércitos, y en este lugar yo daré la paz -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Ageo 2, 9)

  • Así habla el Señor de los ejércitos: Consulta a los sacerdotes sobre el caso siguiente: (Ageo 2, 11)

  • Aquel día -oráculo del Señor de los ejércitos- yo te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, mi servidor -oráculo del Señor- y haré de ti un anillo para sellar, porque yo te he elegido -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Ageo 2, 23)

  • Tú les dirás: Así habla el Señor de los ejércitos: Vuelvan a mí -oráculo del Señor de los ejércitos- y yo volveré a ustedes, dice el Señor de los ejércitos. (Zacarías 1, 3)

  • No sean como sus padres, a quienes los antiguos profetas interpelaron, diciendo: Así habla el Señor de los ejércitos: Vuelvan de sus malos caminos y de sus malas acciones. Pero ellos no escucharon, ni me prestaron atención -oráculo del Señor-. (Zacarías 1, 4)

  • Pero mis palabras y mis decretos, que yo había ordenado a mis servidores los profetas, ¿acaso no alcanzaron a sus padres? Por eso, ellos se convirtieron y dijeron: "El Señor de los ejércitos nos ha tratado según nuestros caminos y nuestras acciones, como había resuelto hacerlo". (Zacarías 1, 6)

  • Entonces el ángel del Señor dijo: "Señor de los ejércitos, ¿hasta cuándo esperarás para compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales estás irritado desde hace setenta años?". (Zacarías 1, 12)

  • Entonces el ángel me dijo: "Proclama esto: Así habla el Señor de los ejércitos: Yo siento un gran celo por Jerusalén y por Sión, (Zacarías 1, 14)

  • Por eso, así habla el Señor: Yo he vuelto a Jerusalén con piedad; allí será reconstruida mi Casa -oráculo del Señor de los ejércitos- y la cuerda de medir será tendida sobre Jerusalén. (Zacarías 1, 16)

  • Proclama también esto: Así habla el Señor de los ejércitos: Mis ciudades rebosarán de bienes; el Señor consolará de nuevo a Sión y elegirá otra vez a Jerusalén". (Zacarías 1, 17)

  • Porque así habla el Señor de los ejércitos a las naciones que los despojaron -ya que el que los toca a ustedes, toca la pupila de mis ojos-: (Zacarías 2, 12)

  • ¡Sí, yo levanto mi mano contra ellos, y serán despojados por sus mismos esclavos! ¡Así ustedes sabrán que me ha enviado el Señor de los ejércitos! (Zacarías 2, 13)


“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina