Löydetty 54 Tulokset: dones

  • Solamente allí presentarán sus holocaustos y sacrificios, sus diezmos y sus dones, sus ofrendas votivas y voluntarias, y también las primicias de sus ganados y rebaños. (Deuteronomio 12, 6)

  • llevarán al lugar que el Señor, su Dios, elija para constituirlo morada de su Nombre, todo lo que yo les ordeno: sus holocaustos y sacrificios, sus diezmos, sus dones, y las ofrendas escogidas que le hayan prometido al Señor mediante un voto. (Deuteronomio 12, 11)

  • Tampoco comerás en tus ciudades el diezmo de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, ni las primicias de tu ganado y tus rebaños, ni lo que hayas prometido al Señor mediante un voto, ni tus ofrendas voluntarias, ni tus dones. (Deuteronomio 12, 17)

  • Pero los dones que debas consagrar al Señor y los que ofrezcas en cumplimiento de un voto, irás a llevarlos al lugar que el Señor elija. (Deuteronomio 12, 26)

  • y para hacer los objetos de oro y plata y todas las obras de orfebrería. ¿Quién de ustedes esta dispuesto a ofrecer sus dones al Señor con la misma generosidad?". (I Crónicas 29, 5)

  • Yo sé, Dios mío, que tú sondeas el corazón y amas la rectitud: por eso, con rectitud de corazón, te he ofrecido espontáneamente todas estas cosas, y ahora veo con alegría que el pueblo aquí presente te ofrece sus dones generosamente. (I Crónicas 29, 17)

  • y todos llevaron puntualmente las ofrendas, los diezmos y los dones consagrados. El levita Conanías era el encargado principal y tenía a su hermano Simei como ayudante. (II Crónicas 31, 12)

  • El levita Coré, hijo de Imná, guardián de la puerta de Oriente, estaba encargado de las ofrendas voluntarias hechas a Dios, para administrar las ofrendas del Señor y los dones santísimos. (II Crónicas 31, 14)

  • El sumo sacerdote Joaquím y todos los que prestaban servicio ante el Señor, sacerdotes y ministros del Señor, vestidos con sayales, ofrecían el holocausto perpetuo, las oblaciones votivas y los dones voluntarios del pueblo; (Judit 4, 14)

  • Apenas llegaron a Jerusalén, todos adoraron a Dios y, una vez que el pueblo se purificó, ofrecieron sus holocaustos, sus ofrendas voluntarias y sus dones. (Judit 16, 18)

  • Feliz el que tú eliges y atraes para que viva en tus atrios: ¡que nos saciemos con los bienes de tu Casa, con los dones sagrados de tu Templo! (Salmos 65, 5)

  • Subiste a la altura llevando cautivos, recogiste dones entre los hombres -incluso entre los rebeldes- cuando te estableciste allí, Señor Dios. (Salmos 68, 19)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina