Löydetty 58 Tulokset: Llamar

  • Después mandó llamar a su marido y le dijo: "Envíame, por favor, a uno de los servidores con un asna; voy corriendo a ver al hombre de Dios, y en seguida vuelvo". (II Reyes 4, 22)

  • Entonces fueron a llamar a los porteros de la ciudad y les informaron, diciendo: "Hemos entrado en el campamento de los arameos y no había nadie; no se oía ni una sola voz humana. Sólo estaban los caballos y los asnos atados, y las carpas intactas". (II Reyes 7, 10)

  • Lo mandaron llamar, y él se presentó con toda la asamblea de Israel. Entonces hablaron así a Roboám: (II Crónicas 10, 3)

  • El mensajero que había ido a llamar a Miqueas le dijo: "Mira que las palabras de los profetas anuncian a una sola voz buena fortuna para el rey. Habla tú también como uno de ellos, y anuncia la victoria". (II Crónicas 18, 12)

  • y pensó: "Ya que he pedido la muerte, haría bien en llamar a mi hijo Tobías para hablarle de ese dinero antes de morir". (Tobías 4, 2)

  • Hizo llamar a Tobías y le dijo: "Durante catorce días no te moverás de este lugar. Te quedarás aquí, comiendo y bebiendo conmigo, y alegrando a mi hija que ha sufrido tanto. (Tobías 8, 20)

  • Pero como el joven no le hacía ningún caso, el rey hizo llamar a la madre y le pidió que aconsejara a su hijo, a fin de salvarle la vida. (II Macabeos 7, 25)

  • En ese momento supo que Filipo, a quien había dejado en Antioquía al frente del gobierno, se había sublevado. Muy consternado, mandó llamar a los judíos y juró someterse a sus legítimas demandas. Después de esta reconciliación, ofreció un sacrificio, honró al Santuario y se mostró generoso con el Lugar santo. (II Macabeos 13, 23)

  • ¿Cómo se los puede llamar dioses? ¡Si son mujeres las que sirven a esos dioses de plata, de oro y de madera! (Baruc 6, 29)

  • Más aún, ellas mandaron llamar por medio de un mensajero a hombres que debían venir de lejos. Así llegaron aquellos para los que tú te bañaste, te pintaste los ojos y te adornaste con joyas. (Ezequiel 23, 40)

  • El rey mandó llamar a los magos, los adivinos, los hechiceros y los caldeos, para que le explicaran sus sueños. Ellos fueron a presentarse delante del rey, (Daniel 2, 2)

  • El rey se enfureció, mandó llamar a los sacerdotes de Bel y les dijo: "Si no me dicen quién consume este alimento ustedes morirán, pero si demuestran que es Bel el que lo come, morirá Daniel por haber blasfemado contra Bel". (Daniel 14, 8)


“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina