Löydetty 58 Tulokset: Llamar

  • y le dijo: "Yo te mandé a llamar urgentemente. ¿Por qué no querías venir? ¿Acaso no dispongo de medios para colmarte de honores?". (Números 22, 37)

  • Entonces Balac -hijo de Sipor, rey de Moab- se levantó para combatir contra Israel, y mandó llamar a Balaam, hijo de Beor, para que los maldijera. (Josué 24, 9)

  • Débora mandó llamar de Quédes de Neftalí a Barac, hijo de Abi- nóam, y le dijo: "El Señor, el Dios de Israel, te ordena lo siguiente: ‘Ve a reunir en el monte Tabor a diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón. (Jueces 4, 6)

  • Dalila comprendió que él le había abierto todo su corazón, y mandó llamar a los príncipes de los filisteos, diciendo: "Suban esta vez, porque me ha revelado todo su secreto". Los príncipes de los filisteos fueron a verla, llevando el dinero convenido. (Jueces 16, 18)

  • Los que habían oído las palabras que dijo David se las comunicaron a Saúl, y este lo mandó llamar. (I Samuel 17, 31)

  • El rey mandó llamar al sacerdote Ajimélec, hijo de Ajitub, y a toda su casa paterna, los sacerdotes de Nob. Todos ellos comparecieron ante el rey, (I Samuel 22, 11)

  • Entonces mandó a buscar a Joab para enviarlo ante el rey, pero él no quiso venir. Lo hizo llamar por segunda vez, y tampoco quiso venir. (II Samuel 14, 29)

  • El rey mandó llamar a Semei y le dijo: "Constrúyete una casa en Jerusalén y quédate allí, sin salir a ninguna parte. (I Reyes 2, 36)

  • el rey mandó llamar a Semei y le dijo: "¿Acaso no te hice jurar por el Señor, advirtiéndote expresamente que apenas salieras y fueras a cualquier parte podrías estar seguro de que morirías sin remedio? Y tú me respondiste: Está bien, me doy por enterado. (I Reyes 2, 42)

  • Lo mandaron llamar, y él se presentó con toda la asamblea de Israel. Entonces hablaron así a Roboám: (I Reyes 12, 3)

  • Cuando todo Israel se enteró de que había vuelto Jeroboám, lo mandaron llamar a la asamblea y lo proclamaron rey de todo Israel. No hubo nadie que siguiera a la casa de David, fuera de la tribu de Judá. (I Reyes 12, 20)

  • El mensajero que había ido a llamar a Miqueas le dijo: "Mira que las palabras de los profetas anuncian a una sola voz buena fortuna para el rey. Habla tú también como uno de ellos, y anuncia la victoria". (I Reyes 22, 13)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina