Löydetty 49 Tulokset: Iehoiadá

  • Benaías, hijo de Iehoiadá, era un hombre valiente, rico en hazañas, oriundo de Cabsel. Él mató a los dos héroes de Moab, y fue él quien bajó a la cisterna un día de nieve para matar al león. (I Crónicas 11, 22)

  • Esto es lo que hizo Benaías, hijo de Iehoiadá, y así se ganó un renombre entre los Treinta Guerreros. (I Crónicas 11, 24)

  • además, Iehoiadá, príncipe de los aaronitas, con otros 3.700, (I Crónicas 12, 28)

  • Benaías, hijo de Iehoiadá, comandaba a los quereteos y peleteos; y los hijos de David eran los principales al lado del rey. (I Crónicas 18, 17)

  • El jefe del tercer regimiento, el del tercer mes, era Benaías, hijo del sacerdote Iehoiadá: su división tenía 24.000 hombres. (I Crónicas 27, 5)

  • Los sucesores de Ajitófel fueron Iehoiadá, hijo de Benaías, y Abiatar. Joab era el jefe del ejército real. (I Crónicas 27, 34)

  • Pero Josebá, hija del rey, tomó a Joás, hijo de Ocozías, lo sacó de en medio de los hijos del rey que iban a ser masacrados, y lo puso con su nodriza en la sala que servía de dormitorio. Josebá, hija del rey Jorám, esposa del sacerdote Iehoiadá y hermana de Ocozías, lo ocultó a los ojos de Atalía y no lo mataron. (II Crónicas 22, 11)

  • Al séptimo año, Iehoiadá se armó de valor y reunió a los centuriones: a Azarías, hijo de Ierojám, a Ismael, hijo de Iehojanán, a Azarías, hijo de Obed, a Maaseías, hijo de Adaías, y a Elisafat, hijo de Zicrí. Hizo un pacto con ellos, (II Crónicas 23, 1)

  • toda la asamblea selló una alianza con el rey en la Casa de Dios. Iehoiadá les dijo: "Aquí está el hijo del rey. Él debe reinar, como lo dijo el Señor acerca de los descendientes de David. (II Crónicas 23, 3)

  • Los levitas y todo Judá ejecutaron exactamente lo que les había ordenado el sacerdote Iehoiadá. Cada uno de ellos tomó a sus hombres -los que entraban de servicio y los que eran relevados el día sábado- porque el sacerdote Iehoiadá no había exceptuado a ninguna de las clases. (II Crónicas 23, 8)

  • El sacerdote Iehoiadá entregó a los centuriones las lanzas, los escudos y los broqueles del rey David, que estaban en la Casa de Dios. (II Crónicas 23, 9)

  • Entonces hicieron salir al hijo del rey, le impusieron la diadema y el Testimonio, lo proclamaron rey, y Iehoiadá y sus hijos lo ungieron, aclamando: "¡Viva el rey!". (II Crónicas 23, 11)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina