Löydetty 2211 Tulokset: �Todo

  • Sobre todo, ámense profundamente los unos a los otros, porque el amor cubre todos los pecados. (I Pedro 4, 8)

  • Su poder divino, en efecto, nos ha concedido gratuitamente todo lo necesario para la vida y la piedad, haciéndonos conocer a aquel que nos llamó por la fuerza de su propia gloria. (II Pedro 1, 3)

  • Por esta misma razón, pongan todo el empeño posible en unir a la fe, la virtud; a la virtud, el conocimiento; (II Pedro 1, 5)

  • Y haré todo lo posible para que, después de mi partida, ustedes se acuerden siempre de estas cosas. (II Pedro 1, 15)

  • Pero tengan presente, ante todo, que nadie puede interpretar por cuenta propia una profecía de la Escritura. (II Pedro 1, 20)

  • sobre todo, a los que, llevados por sus malos deseos, corren detrás de los placeres carnales y desprecian la Soberanía. Estos hombres audaces y arrogantes no tienen miedo de blasfemar contra los ángeles caídos, (II Pedro 2, 10)

  • y que dirán: «¿Dónde está la promesa de su Venida? Nuestros padres han muerto y todo sigue como al principio de la creación». (II Pedro 3, 4)

  • Sin embargo, el Día del Señor llegará como un ladrón, y ese día, los cielos desaparecerán estrepitosamente; los elementos serán desintegrados por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será consumida. (II Pedro 3, 10)

  • Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. (I Juan 1, 7)

  • Porque todo lo que hay en el mundo -los deseos de la carne, la codicia de los ojos y la ostentación de la riqueza- no viene del Padre, sino del mundo. (I Juan 2, 16)

  • Pero la unción que recibieron de él permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Y ya que esa unción los instruye en todo, y ella es verdadera y no miente, permanezcan en él, como ella les ha enseñado. (I Juan 2, 27)

  • Si ustedes saben que él es justo, sepan también que todo el que practica la justicia ha nacido de él. (I Juan 2, 29)


“Jesus e a sua alma devem cultivar a vinha de comum acordo.” São Padre Pio de Pietrelcina