Löydetty 339 Tulokset: voy

  • Pero ahora me voy donde Aquel que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta adónde voy. (Evangelio según San Juan 16, 5)

  • pero es verdad lo que les digo: les conviene que yo me vaya, porque mientras yo no me vaya, el Protector no vendrá a ustedes. Yo me voy, y es para enviarselo. (Evangelio según San Juan 16, 7)

  • Algunos discípulos se preguntaban: «¿Qué querrá decir con eso: "Dentro de poco ya no me verán y después de otro poco me volverán a ver"? ¿Y qué significa: "Me voy al Padre"?» (Evangelio según San Juan 16, 17)

  • Pero ahora que voy a ti, y estando todavía en el mundo, digo estas cosas para que tengan en ellos la plenitud de mi alegría. (Evangelio según San Juan 17, 13)

  • Jesús dijo a Pedro: «Coloca la espada en su lugar. ¿Acaso no voy a beber la copa que el Padre me ha dado?» (Evangelio según San Juan 18, 11)

  • Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Contestaron: «Vamos también nosotros contigo.» Salieron, pues, y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. (Evangelio según San Juan 21, 3)

  • Hermanos, no voy a demostrarles que el patriarca David murió y fue sepultado: su tumba se encuentra entre nosotros hasta el día de hoy. (Hecho de los Apóstoles 2, 29)

  • He visto cómo maltratan a mi pueblo en Egipto, he oído su llanto y he bajado para liberarlo. Y ahora ven, que te voy a enviar a Egipto.» (Hecho de los Apóstoles 7, 34)

  • El etíope contestó: «¿Cómo lo voy a entender si no tengo quien me lo explique?» En seguida invitó a Felipe a que subiera y se sentara a su lado. (Hecho de los Apóstoles 8, 31)

  • Atiendan ustedes, gente engreída, asómbrense y desaparezcan. Porque voy a realizar en sus días una obra tal, que si se la contaran, no la creerían.» (Hecho de los Apóstoles 13, 41)

  • Ahora voy a Jerusalén, atado por el Espíritu sin saber lo que allí me sucederá; (Hecho de los Apóstoles 20, 22)

  • Pero el Señor me dijo: «Márchate; ahora te voy a enviar lejos, a las naciones paganas.» (Hecho de los Apóstoles 22, 21)


“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina