Löydetty 825 Tulokset: vida
Los que no eran judíos se alegraban al oír estas palabras y tomaban en consideración el mensaje del Señor. Y creyeron todos los que estaban destinados para una vida eterna. (Hecho de los Apóstoles 13, 48)
Por esto pienso que no debemos complicar la vida a los paganos que se convierten a Dios. (Hecho de los Apóstoles 15, 19)
que han consagrado su vida al servicio de nuestro Señor Jesucristo. (Hecho de los Apóstoles 15, 26)
y tampoco necesita ser servido por manos humanas, pues ¿qué le hace falta al que da a todos la vida, el aliento y todo lo demás? (Hecho de los Apóstoles 17, 25)
Entonces Pablo les explicó: «Si bien Juan bautizaba con miras a un cambio de vida, pedía al pueblo que creyeran en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús.» (Hecho de los Apóstoles 19, 4)
Pero ya no me preocupo por mi vida, con tal de que pueda terminar mi carrera y llevar a cabo la misión que he recibido del Señor Jesús: anunciar la Buena Noticia de la gracia de Dios. (Hecho de los Apóstoles 20, 24)
y dijo: «Rey Agripa, y todos los presentes: aquí tienen al hombre contra quien toda la comunidad de los judíos ha venido a reclamarme, tanto en Jerusalén como aquí, pidiendo a gritos que no lo dejara con vida. (Hecho de los Apóstoles 25, 24)
y me dijo: «Pablo, no tengas miedo: comparecerás ante el César, y Dios te concede la vida de todos los que navegan contigo.» (Hecho de los Apóstoles 27, 24)
El Evangelio manifiesta cómo Dios nos hace justos, es decir, nos reforma por medio de la fe y para la vida de fe, como dice la Escritura: El que es justo por la fe vivirá. (Carta a los Romanos 1, 17)
Dará vida eterna a quien haya seguido el camino de la gloria, del honor y la inmortalidad, siendo constante en hacer el bien; (Carta a los Romanos 2, 7)
Abrahán es el padre de todos nosotros, como dice la Escritura: Te hago padre de muchas naciones. Y llegó a serlo cuando creyó en Aquel que da vida a los muertos y llama a lo que aún no existe como si ya existiera. (Carta a los Romanos 4, 17)
No vaciló en su fe, olvidando que su cuerpo ya no podía dar vida -tenía entonces unos cien años- y que su esposa Sara ya no podía tener hijos. (Carta a los Romanos 4, 19)