Löydetty 260 Tulokset: salió

  • pero también aquel día Benjamín salió a su encuentro y volvió a matar dieciocho mil israelitas,todos entendidos en manejar la espada. (Jueces 20, 25)

  • Como ella se lo diera, Rut salió al campo y se puso a espigar detrás de los segadores. Dio la coincidencia de que el campo adonde ella había llegado pertenecía a Booz, pariente de Elimelec, que precisamente llegó ese día de Belén. (Rut 2, 3)

  • Acababa de celebrar el sacrificio cuando llegó Samuel. Saúl salió a su encuentro para saludarlo. (1 Samuel 13, 10)

  • Salió de entre las filas filisteas un guerrero llamado Goliat. Era de la ciudad de Gat y medía alrededor de tres metros de altura. (1 Samuel 17, 4)

  • Mientras estaba conversando con ellos salió Goliat, el filisteo de Gat, a lanzar su desafío. (1 Samuel 17, 23)

  • A la mañana siguiente salió Jonatán al campo para encontrarse con David e iba acompañado por un muchacho. (1 Samuel 20, 35)

  • Cuando el joven se fue, salió David del lugar en que estaba escondido e hizo tres veces una profunda reverencia a Jonatán, inclinándose hasta el suelo. Se abrazaron y lloraron juntos; pero David estaba mucho más conmovido. (1 Samuel 20, 41)

  • David llegó a Nob y se presentó al sacerdote Ajimelec. Este salió asustado a recibirlo y le dijo: «¿Por qué estás solo y no hay nadie contigo?» (1 Samuel 21, 2)

  • David salió de allí y se refugió en la caverna de Adulam. Al saberlo sus hermanos y toda la familia de su padre, bajaron a recibirlo. (1 Samuel 22, 1)

  • David salió también de la caverna detrás de él y lo llamó: «¡Oh rey, mi señor!» Saúl se volvió para mirar y vio que David estaba inclinado hasta tocar el polvo con su cara. (1 Samuel 24, 9)

  • Pero Asael no quiso apartarse, y Abner le atravesó el vientre con la lanza, que salió por la espalda. Allí mismo cayó y murió. Todos los que pasaban se detenían en el lugar donde Asael había caído muerto. (2 Samuel 2, 23)

  • Inmediatamente salió Joab y envió mensajeros tras Abner, y sin que lo supiera David, lo hizo regresar del Pozo de Sirá. (2 Samuel 3, 26)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina