Löydetty 207 Tulokset: nunca

  • Tobit exclamó: «Que te conserves sano y salvo, hermano. No te enojes porque he querido conocer la verdad acerca de tu familia. Eres de nuestra parentela, de clase buena y honrada. Conozco a Ananías y a Natán, hijos de Semeías, el grande. Ibamos a Jerusalén y rezábamos juntos allí; ellos nunca cayeron en el error cuando se desviaron sus hermanos; tus hermanos son buenos, tu raza es noble. ¡Bien venido seas!» (Tobías 5, 14)

  • ya que es bueno guardar el secreto del rey, pero conviene descubrir y alabar las obras de Dios. Practiquen el bien, porque así nunca los alcanzará el mal. (Tobías 12, 7)

  • Ustedes nunca llegarán a conocer todo lo que siente una persona, no podrán apoderarse de sus pensamientos. Entonces, ¿cómo van a comprender a Dios que hizo todas las cosas? No, hermanos, no provoquen la cólera del Señor, Dios nuestro. (Judit 8, 14)

  • Holofernes le dijo: «Ten confianza, mujer, no tengas miedo, porque nunca he maltratado a los que se deciden a servir a Nabucodonosor, rey de toda la tierra. (Judit 11, 1)

  • Haga Dios que siempre te celebren, y que nunca te falten sus dones, porque no vacilaste en exponer tu vida por tu pueblo oprimido, y, para salvarnos del desastre, tomaste ante Dios la decisión más eficaz.» Todo el pueblo respondió: «Amén. Amén.» (Judit 13, 20)

  • Llegaba allí al atardecer, y a la mañana siguiente era llevada a otra casa, donde estaban las concubinas del rey, que era dirigida por otro hombre castrado, llamado Saasgaz. Nunca más volvía a ver al rey, a no ser que éste deseara verla y la mandara llamar. (Ester 2, 14)

  • Mi pueblo es Israel, que clamó a Dios y fue escuchado. Sí, el Señor ha salvado a su pueblo; el Señor nos ha librado de todos estos males y Dios ha realizado una serie de milagros y maravillas como nunca se vieron en otras naciones. (Ester 10, 9)

  • ¿O por qué no fui como un aborto que se esconde, como los pequeños que nunca vieron la luz? (Job 3, 13)

  • Pero lo han quitado de su lugar y lo niega su propio sitio: «Nunca te he visto.» (Job 8, 18)

  • Sería como si no hubiese existido nunca y me habrían llevado del vientre materno al sepulcro. (Job 10, 19)

  • el hombre, en cambio, no se levantará. Se gastarán los cielos antes que despierte, nunca saldrán los hombres de su sueño. (14a) Si pudiera un hombre revivir, (Job 14, 12)

  • Y hay quien muere con amargura en el alma, sin haber gustado nunca la felicidad. (Job 21, 25)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina