Löydetty 89 Tulokset: nueva
Ya llega el día -dice Yavé, en que yo pactaré con el pueblo de Israel (y con el de Judá) una nueva alianza. (Jeremías 31, 31)
Entonces Baruc leyó a todo el pueblo las palabras de Yavé contenidas en el libro, a la entrada de la Puerta Nueva de la Casa de Yavé, en la habitación de Guemarías, hijo de Safán. (Jeremías 36, 10)
Una nueva generación goza la lu yy ocupa la tierra qque tampoco sabe los caminos de la sabiduría (Baruc 3, 20)
Esto dice Yavé: La puerta del patio interior que da al oriente permanecerá cerrada durante los seis días laborables; se la abrirá el día sábado y también el día de la luna nueva. (Ezequiel 46, 1)
El día de la luna nueva ofrecerá un novillo, seis corderos y un carnero sin defecto. (Ezequiel 46, 6)
Ahí están sus palabras: «¿Cuándo pasará la fiesta de la luna nueva, para que podamos vender nuestro trigo? Que pase el sábado, para que abramos nuestras bodegas, pues nos irá tan bien que venderemos hasta el desecho. Vamos a reducir la medida, aumentar los precios y falsear las balanzas.» (Amós 8, 5)
Ese día, lo asegura Yavé, un tremendo clamor saldrá de la Puerta del Pescado; aullidos de la ciudad nueva, y un ruido espantoso de los cerros vecinos. (Sofonías 1, 10)
Jesús empezó a recorrer toda la Galilea; enseñaba en las sinagogas de los judíos, proclamaba la Buena Nueva del Reino y curaba en el pueblo todas las dolencias y enfermedades. (Evangelio según San Mateo 4, 23)
Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de tela nueva, porque el pedazo nuevo tiraría del vestido y la rotura se haría mayor. (Evangelio según San Mateo 9, 16)
Jesús recorría todas las ciudades y pueblos; enseñaba en sus sinagogas, proclamaba la Buena Nueva del Reino y curaba todas las dolencias y enfermedades. (Evangelio según San Mateo 9, 35)
los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y una Buena Nueva llega a los pobres. (Evangelio según San Mateo 11, 5)
Se va, entonces, y regresa con otros siete espíritus peores que él, entran y se quedan allí. La nueva condición de la persona es peor que la primera, y esto es lo que le va a pasar a esta generación perversa.» (Evangelio según San Mateo 12, 45)
