Löydetty 1903 Tulokset: mal

  • "Por favor, perdona el crimen de tus hermanos y el pecado que cometieron cuando te trataron mal. Ahora debes perdonar su crimen a los servidores del Dios de tu padre."» José, al oír este mensaje, se puso a llorar. (Génesis 50, 17)

  • Yavé dijo: «He visto la humillación de mi pueblo en Egipto, y he escuchado sus gritos cuando lo maltrataban sus mayordomos. Yo conozco sus sufrimientos, (Exodo 3, 7)

  • Por esto yo extenderé mi mano y azotaré a Egipto con toda clase de males extraordinarios, de manera que él mismo los echará fuera. (Exodo 3, 20)

  • Yavé entonces le dijo: «¡Tómala por la cola con tu mano!» Moisés la agarró, y volvió a ser un bastón en su mano. (Exodo 4, 4)

  • Y si no creen todavía con los dos prodigios y no te hacen caso, toma agua del río y derrámala; en cuanto toque el suelo, el agua del río se convertirá en sangre.»Aarón, intérprete de Moisés (Exodo 4, 9)

  • Se volvió entonces Moisés hacia Yavé y dijo: «Señor mío, ¿por qué maltratas a tu pueblo?, ¿por qué me has enviado? (Exodo 5, 22)

  • Pues desde que fui donde Faraón y le hablé en tu nombre, está maltratando a tu pueblo, y Tú no haces nada para librarlo.» (Exodo 5, 23)

  • A lo cual respondió Moisés: «¿Cómo me escuchará Faraón, siendo yo tan malo para hablar?» (Exodo 6, 30)

  • Las juntaron en inmensos montones, quedando el país apestado de mal olor. (Exodo 8, 10)

  • Así lo hizo Aarón; golpeó el polvo de la tierra, que se volvió mosquitos, persiguiendo a hombres y animales. Todo el polvo de la tierra se volvió mosquitos por todo el país de Egipto. (Exodo 8, 13)

  • Los brujos de Egipto intervinieron también esta vez, y trataron de echar fuera a los mosquitos por medio de sus fórmulas secretas, pero no lo pudieron, de manera que los mosquitos siguieron persiguiendo a hombres y animales. (Exodo 8, 14)

  • Moisés le contestó: «Esto no se puede, porque los egipcios no toleran estos sacrificios que ofrecemos a Yavé, nuestro Dios. Si le sacrificamos estos animales delante de ellos, nos tirarán piedras. (Exodo 8, 22)


“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina