Löydetty 1403 Tulokset: hombre
Un hombre debe recibir la circuncisión, aunque sea sábado, para no quebrantar la ley de Moisés; entonces, ¿por qué se enojan conmigo porque he salvado al hombre entero en día sábado? (Evangelio según San Juan 7, 23)
De todos modos, muchos del pueblo creyeron en él y decían: «Cuando venga el Mesías, ¿hará más señales milagrosas que este hombre?» (Evangelio según San Juan 7, 31)
Muchos de los que escucharon esto decían: «Realmente este hombre es el Profeta.» (Evangelio según San Juan 7, 40)
Los guardias contestaron: «Nunca hombre alguno ha hablado como éste.» (Evangelio según San Juan 7, 46)
«¿Acaso nuestra ley permite condenar a un hombre sin escucharle antes y sin averiguar lo que ha hecho?» (Evangelio según San Juan 7, 51)
Y añadió: «Cuando levanten en alto al Hijo del hombre, entonces conocerán que Yo soy y que no hago nada por mi cuenta, sino que sólo digo lo que el Padre me ha enseñado. (Evangelio según San Juan 8, 28)
Al pasar, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. (Evangelio según San Juan 9, 1)
Contestó: «Ese hombre al que llaman Jesús hizo barro, me lo aplicó a los ojos y me dijo que fuera a lavarme a la piscina de Siloé. Fui, me lavé y veo.» (Evangelio según San Juan 9, 11)
Y como nuevamente los fariseos preguntaban al hombre cómo había recobrado la vista, él contestó: «Me puso barro en los ojos, me lavé y veo.» (Evangelio según San Juan 9, 15)
Algunos fariseos, pues, dijeron: «Ese hombre, que trabaja en día sábado, no puede venir de Dios.» Pero otros decían: «¿Puede ser un pecador el que realiza tales milagros?» Y estaban divididos. (Evangelio según San Juan 9, 16)
De nuevo los fariseos volvieron a llamar al hombre que había sido ciego y le dijeron: «Confiesa la verdad; nosotros sabemos que ese hombre que te sanó es un pecador.» (Evangelio según San Juan 9, 24)
El hombre contestó: «Esto es lo extraño: él me ha abierto los ojos y ustedes no entienden de dónde viene. (Evangelio según San Juan 9, 30)