Löydetty 1807 Tulokset: eso

  • Eso no obstante, Yavé habló con Moisés y Aarón y los mandó donde los hijos de Israel, y también donde Faraón, para sacar a su pueblo del país de Egipto. (Exodo 6, 13)

  • Eso no obstante, Faraón se puso más duro y no escuchó a Moisés y a Aarón, como Yavé le había predicho. (Exodo 7, 13)

  • Pidan a Yavé que cesen esos truenos tremendos y esa granizada, y ya no los detendré sino que los dejaré que se vayan.» (Exodo 9, 28)

  • Moisés le respondió: «En cuanto salga de tu presencia extenderé mis manos hacia Yavé, y cesarán los truenos y no caerá más granizo; con eso comprenderás que Yavé es dueño de la tierra. (Exodo 9, 29)

  • De ninguna manera. Son los hombres los que irán para rendir culto a Yavé, si eso es lo que buscan.» En seguida fueron echados de la presencia de Faraón. (Exodo 10, 11)

  • Sucedió que, a media noche, Yavé hirió de muerte a todo primogénito del país de Egipto, desde el primogénito de Faraón que está sentado en el trono, hasta el del preso que está en la cárcel, y a todos los primeros nacidos de los animales. (Exodo 12, 29)

  • Los egipcios los presionaban para que se fueran inmediatamente, pues decían: «Si no se van ésos, moriremos todos.» (Exodo 12, 33)

  • El cordero se comerá dentro de la casa; no se sacará afuera ni un solo pedazo, ni le quebrarán ningún hueso. (Exodo 12, 46)

  • Por eso los llevó rodeando por el camino del desierto hacia el mar Rojo. Todo el pueblo salió de Egipto bien ordenado. (Exodo 13, 18)

  • Moisés llevó consigo también los huesos de José, conforme éste había hecho prometer con juramento a los hijos de Israel; pues les dijo: «Con toda seguridad Dios los visitará; entonces se llevarán con ustedes mis huesos.» (Exodo 13, 19)

  • Moisés contestó al pueblo: «¡No se asusten, permanezcan firmes! Vean la obra de Yavé y cómo él los salva hoy. Miren a esos egipcios a los que nunca más volverán a ver. (Exodo 14, 13)

  • Llegada la madrugada, Yavé miró a los egipcios desde el fuego y la nube, y provocó el desorden en el ejército de Faraón. (Exodo 14, 24)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina