Löydetty 141 Tulokset: castigo divino

  • Por eso, su camino se les hará resbaladizo en la oscuridad; caerán y se irán al suelo cuando llegue el año del castigo y les envíe la desgracia.» (Jeremías 23, 12)

  • porque la ciudad que lleva mi nombre es la primera que empiezo a castigar, ¿y ustedes quedarían sin castigo? No, porque yo mismo dejaré caer la espada contra todos los habitantes de la tierra, dice Yavé de los Ejércitos." (Jeremías 25, 29)

  • Puede ser que al escucharte se conviertan del mal que están haciendo. En tal caso, yo también renunciaré al castigo que pensaba darles por sus malas obras. (Jeremías 26, 3)

  • Yo estoy contigo para salvarte. Reduciré a la nada a todas las naciones por donde te disperse; pero a ti no te aniquilaré, sino que te corregiré como es debido, ya que no te dejaré sin castigo. (Jeremías 30, 11)

  • Tal vez supliquen a Yavé y se aparten de su mal camino, porque grandes son la indignación de Yavé y el castigo con que ha amenazado a este pueblo. (Jeremías 36, 7)

  • Los mercenarios que se veían en ella, eran como novillos de engorde, pero ellos también vuelven la espalda y huyen todos juntos, sin oponer resistencia. Pues éste es para ellos el día de su desgracia, la hora de su castigo. (Jeremías 46, 21)

  • El que escape del terror, caerá en la fosa, y el que salga de la fosa, quedará preso en la trampa. Sí, todas estas calamidades enviaré sobre Moab el año de su castigo, dice Yavé. (Jeremías 48, 44)

  • ¡Den media vuelta y huyan, escóndanse bien, habitantes de Dedán Porque voy a dejar caer la ruina sobre Esaú, en el momento de su castigo! (Jeremías 49, 8)

  • Porque así habla Yavé: Los que no debían haber tomado de esa copa fueron obligados a beber, y tú, ¿quieres que no te castiguen? !No quedarás sin castigo, sino que tendrás también que tomar! (Jeremías 49, 12)

  • Degüellen todos sus novillos, que marchen al matadero. ¡Ay de ellos, porque ha llegado su día, la hora de su castigo!» (Jeremías 50, 27)

  • Contra ti me dirijo, Insolencia, dice el Señor Yavé de los Ejércitos; ha llegado tu día, la hora de tu castigo. (Jeremías 50, 31)

  • Salgan de en medio de Babilonia y que cada cual salve su vida; para que no perezca cuando llegue su castigo, pues éste es el momento de la venganza de Yavé en que él le dará su merecido. (Jeremías 51, 6)


“Reflita no que escreve, pois o Senhor vai lhe pedir contas disso.” São Padre Pio de Pietrelcina