Löydetty 3645 Tulokset: Una

  • Nosotros tenemos una mesa sagrada en la cual no pueden sentarse los que todavía sirven en el Templo. (Carta a los Hebreos 13, 10)

  • sabiendo que no tenemos aquí una patria permanente, sino que andamos en busca de la futura. (Carta a los Hebreos 13, 14)

  • Obedezcan a sus dirigentes y estén sumisos, pues ellos se desvelan por sus almas, de las cuales deberán rendir cuenta. Ojalá esto sea para ellos motivo de alegría y no un peso, pues no les traería a ustedes ventaja de ninguna clase. (Carta a los Hebreos 13, 17)

  • Hermanos, considérense afortunados cuando les toca soportar toda clase de pruebas. (Carta de Santiago 1, 2)

  • Ustedes, en cambio, los desprecian. Sin embargo, son los ricos quienes los aplastan a ustedes y los arrastran ante los tribunales. (Carta de Santiago 2, 6)

  • Hablen, por tanto, y obren como quienes han de ser juzgados por una ley de libertad. (Carta de Santiago 2, 12)

  • Si un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse ni qué comer, (Carta de Santiago 2, 15)

  • Así también la lengua es algo pequeño pero puede mucho; aquí tienen una llama que devora bosques. (Carta de Santiago 3, 5)

  • La higuera no puede producir aceitunas ni la vid higos, y lo salobre no dará agua dulce. (Carta de Santiago 3, 12)

  • Otro punto muy importante, hermanos: no juren, ni por el cielo, ni por la tierra, ni de ninguna otra forma. Que su sí sea sí, y su no, no; de otro modo serían reprensibles. (Carta de Santiago 5, 12)

  • Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, por su gran misericordia. Al resucitar a Cristo Jesús de entre los muertos, nos dió una vida nueva y una esperanza viva. (1º Carta de Pedro 1, 3)

  • También ustedes, como piedras vivas, edifíquense y pasen a ser un Templo espiritual, una comunidad santa de sacerdotes que ofrecen sacrificios espirituales agradables a Dios, por medio de Cristo Jesús. (1º Carta de Pedro 2, 5)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina