Löydetty 114 Tulokset: Tropas

  • Si vienen contigo, Dios te hará caer ante el enemigo, aunque tengas muchas tropas, porque Dios tiene poder para ayudar y para derribar.» (2 Crónicas 25, 8)

  • Entre tanto, las tropas que Amasías había despedido para que no fueran con él a la guerra se desparramaron por las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Betorón, pero fueron derrotados tres mil de ellos y se recogió mucho botín. (2 Crónicas 25, 13)

  • Ozías tenía un ejército que hacía la guerra; eran tropas que salían a campaña por grupos, conforme al número de su censo hecho bajo la vigilancia de Jejiel, el escriba, y Maseías, el notario, a las órdenes de Janaías, uno de los jefes del rey. (2 Crónicas 26, 11)

  • Nombró generales al frente de las tropas, los reunió a todos en la plaza de la puerta de la ciudad y hablándoles al corazón les dijo: (2 Crónicas 32, 6)

  • Después de esto, Senaquerib, rey de Asur, que estaba sitiando Laquis con todas sus tropas, envió mensajeros a Ezequías, rey de Judá, y a los judíos en Jerusalén para decirles: (2 Crónicas 32, 9)

  • Me hubiera dado vergüenza pedir al rey tropas y gentes de a caballo para protegernos del enemigo en el camino; por el contrario, habíamos dicho al rey: «La mano de nuestro Dios está, para bien, con todos los que lo buscan; y su poder y su enojo sobre todos los que lo abandonan.» (Esdras 8, 22)

  • Holofernes, entonces, bajó con su ejército al litoral, dejando guarniciones en las ciudades fortificadas, de donde tomó los mejores hombres en calidad de tropas auxiliares. (Judit 3, 6)

  • Luego entró en la tienda de Judit y, al no encontrarla, corrió a las tropas y gritó: (Judit 14, 17)

  • ¿Se pueden acaso contar sus tropas? ¿Sobre quién su luz no se levanta? (Job 25, 3)

  • Les trazaba el camino e iba al frente de ellos como un rey en medio de sus tropas, y yo a mi gusto los llevaba a todas partes. (Job 29, 25)

  • No salva al rey lo inmenso de sus tropas, ni su gran fuerza libra al que combate. (Salmos 33, 16)

  • Ahora, en cambio, nos rechazas y humillas y no sales al frente de nuestras tropas. (Salmos 44, 10)


“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina