Löydetty 64 Tulokset: Jehú

  • Cuando estuvo en Samaria, Jehú dio muerte a todos los sobrevivientes del partido de Ajab que vivían en aquella ciudad; no dejó a ninguno con vida. Así se cumplió la palabra que Yavé había dicho por boca de Elías. (2 Reyes 10, 17)

  • Jehú reunió a todos los habitantes y les dijo: «Lo que Ajab hizo por Baal parecerá bien poco en comparación de lo que haré yo.» (2 Reyes 10, 18)

  • Y agregó: «Llamen a todos los profetas de Baal, a todos sus fieles y sacerdotes. Que no falte ninguno al sacrificio solemne que quiero ofrecer a Baal. El que no se presente morirá.» Jehú obraba con astucia, estando decidido a matar a todos los fieles de Baal. (2 Reyes 10, 19)

  • Ellos mismos proclamaron la santa solemnidad que Jehú había ordenado. (2 Reyes 10, 20)

  • Jehú, por su parte, envió mensajeros por todo Israel para que vinieran todos los fieles de Baal sin que faltara ni uno solo. Cuando estuvieron en el templo de Baal, había tanta gente que casi no tocaban tierra. (2 Reyes 10, 21)

  • Entonces Jehú ordenó a los encargados del vestuario que sacaran los trajes sagrados reservados para los fieles de Baal, y se los distribuyeron. (2 Reyes 10, 22)

  • Jehú, al que acompañaba Jonadab, hijo de Recab, insistió diciendo a los fieles de Baal: «Averigüen con toda certeza que no haya entrado con ustedes ninguno de los fieles de Yavé y que no estén aquí sino los puros servidores de Baal.» (2 Reyes 10, 23)

  • Pero, mientras ellos hacían los preparativos para ofrecer los holocaustos, Jehú había apostado fuera a ochenta hombres, a los cuales dijo: «El que de ustedes deje escapar a una de esas personas que deben matar responderá con su vida.» (2 Reyes 10, 24)

  • Y, cuando terminaba el sacrificio, Jehú dio esta orden a los soldados y a su oficiales: «Entren y mátenlos a todos, que ninguno de ellos pueda escaparse.» Entraron, pues, y los pasaron a todos a filo de espada, llegando hasta el santuario de la Casa de Baal. (2 Reyes 10, 25)

  • Fue así como Jehú hizo desaparecer el nombre de Baal en Israel. (2 Reyes 10, 28)

  • A pesar de todo, Yavé dijo a Jehú: «Porque te has portado bien, haciendo lo que me parece justo, y has actuado con la familia de Ajab conforme a mis deseos, tus hijos hasta la cuarta generación se sentarán en el trono de Israel.» (2 Reyes 10, 30)

  • Pero Jehú no caminaba en todo según la Ley de Yavé, puesto que no se apartó de los pecados con que Jeroboam hizo pecar a Israel. (2 Reyes 10, 31)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina