Löydetty 78 Tulokset: Holocaustos

  • Llegaré hasta tu Casa con holocaustos, y te cumpliré mis votos, (Salmos 66, 13)

  • Celebraron consejo para decidir qué harían del altar de los holocaustos que había sido profanado, (1 Macabeos 4, 44)

  • y ofrecieron el sacrificio señalado por la Ley en el nuevo altar de los holocaustos que habían construido. (1 Macabeos 4, 53)

  • Durante ocho días celebraron la consagración del altar, ofrecieron holocaustos con mucho entusiasmo y celebraron un sacrificio de comunión y alabanza. (1 Macabeos 4, 56)

  • Subieron al monte Sión, alegres y muy contentos, y ofrecieron holocaustos por haber regresado felizmente y sin haber perdido a ninguno de los suyos. (1 Macabeos 5, 54)

  • los llevaré a mi cerro santo y haré que se sientan felices en mi Casa de oración. Serán aceptados los holocaustos y los sacrificios que hagan sobre mi altar, ya que mi casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos. (Isaías 56, 7)

  • ¿Qué me importa a mí el incienso importado de Saba y la canela fina que viene de un país lejano? Ya no me gustan los holocaustos que ustedes hacen, y sus sacrificios me caen mal. (Jeremías 6, 20)

  • Así habla Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel: «¡Añadan ustedes, no más, los holocaustos a los sacrificios y coman después la carne! (Jeremías 7, 21)

  • Que cuando yo saqué a sus padres de Egipto, no les hablé ni les ordené nada referente a sacrificios y holocaustos. (Jeremías 7, 22)

  • Aunque ayunen, no escucharé su súplica; aunque me presenten holocaustos y ofrendas, no los aceptaré. Al contrario, me preparo para acabar con ellos por la espada, el hambre y la peste. (Jeremías 14, 12)

  • ni tampoco les faltará a los sacerdotes y levitas un hombre que, en presencia mía, ofrezca holocaustos, queme incienso de oblación y celebre el sacrificio cada día. (Jeremías 33, 18)

  • Y les dijeron: «Les mandamos dinero para que compren holocaustos y ofrendas por el pecado e incienso, y para que ofrezcan sacrificios en el altar del Señor nuestro Dios, (Baruc 1, 10)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina