Löydetty 125 Tulokset: Cortinas de Lino Fino

  • Por el lado del mar, esto es al oeste, lo ancho, unas cortinas de veinticinco metros marcarán su anchura; habrá diez columnas con otras tantas basas. (Exodo 27, 12)

  • A un lado de la entrada se pondrán cortinas de siete metros y medio, con tres columnas y otras tantas basas. (Exodo 27, 14)

  • Ante la entrada del atrio se pondrá una cortina de diez metros hecha de lino fino retorcido y bordado de color jacinto, púrpura y de grana dos veces teñida. Se sostendrá en cuatro columnas con otras tantas basas. (Exodo 27, 16)

  • El atrio tendrá una extensión de cincuenta metros de largo por veinticinco de ancho. La altura de las cortinas será de dos metros y medio; se harán de lino fino retorcido y tendrán basas de bronce. (Exodo 27, 18)

  • Para eso se emplearán oro, jacinto, púrpura, y grana dos veces teñida y lino fino. (Exodo 28, 5)

  • Harán el Efod de oro, de jacinto, de púrpura, de grana dos veces teñida, y de lino fino retorcido, obra tejida artísticamente. (Exodo 28, 6)

  • El cinturón que llevará encima para sujetarlo será del mismo estilo y hará un cuerpo con él, de oro, de jacinto, de púrpura y grana dos veces teñida, y de lino fino retorcido. (Exodo 28, 8)

  • Un artista realizará el Pectoral de las Sentencias bajo tu dirección. Lo harás como el Efod de hilos de oro, de jacinto o azul celeste, de púrpura y de grana dos veces teñida, y de lino fino retorcido. (Exodo 28, 15)

  • Harás también una lámina de oro fino, en la cual mandarás grabar como se graba en los sellos: «Consagrado a Yavé.» (Exodo 28, 36)

  • Tejerás la túnica de lino fino; y de lino también harás el turbante y el cinturón, artísticamente recamados. (Exodo 28, 39)

  • Les harás calzoncillos de lino, con los que cubrirán la desnudez de su carne desde la cintura hasta las rodillas. (Exodo 28, 42)

  • Luego revestirás a Aarón de sus ornamentos, esto es, de la túnica de lino, el manto del Efod, el Efod, y el Pectoral, que ceñirás con el cinturón del Efod. (Exodo 29, 5)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina