1. ¡Hijo mío, guarda mis palabras, conserva como cosa preciosa mis consejos. Observa mis órdenes y vivirás, guarda mi enseñanza como a la niña de tus ojos. Apriétalos firmemente entre tus dedos, inscríbelos en las tablillas de tu corazón!





“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina