5. Todos nosotros éramos como impuros, y nuestros méritos no valían más que un paño sucio. Somos como las hojas caídas, y nuestros pecados nos arrastran como el viento.





“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina