11. O como ave que con su vuelo rasga la brisa, sin dejar vestigio alguno de su paso; que azota con el batir de sus alas el aire ligero y lo corta con ímpetu veloz, abriéndose camino con sus raudas alas, y tras esto ni rastro queda de su paso.





“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina