8. Pues por apartarse del camino de la sabiduría no sólo se dañaron desconociendo el bien, sino que dejaron a los vivientes un recuerdo de su insensatez, para que su pecado no pudiese permanecer oculto.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina