16. El infundir terror y la soberbia de tu corazón te han engañado, tú que habitas en las cuevas de las rocas y te agarras a las vetas de los montes. Aunque pusieses tu nido en lo alto, como el águila, de allí te precipitaría -dice el Señor-.





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina