Isaías, 65
19. Sí; me alegraré en Jerusalén, me regocijaré en mi pueblo, y ya nunca se oirá en ella voz de llanto ni grito de lamento.
19. Sí; me alegraré en Jerusalén, me regocijaré en mi pueblo, y ya nunca se oirá en ella voz de llanto ni grito de lamento.
“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina